Bluff, el enigma de la sonrisa
Bluff, el enigma de la sonrisa Para una tumba sin nombre es una historia que se construye a partir de versiones de las cuales es imposible señalar una como la verdadera.
Bluff, el enigma de la sonrisa Para una tumba sin nombre es una historia que se construye a partir de versiones de las cuales es imposible señalar una como la verdadera.
LOS ADIOSES. El vacío como marca narrativa Un hombre que llega a las sierras a morir; otro hombre que observa y diagnostica su final. El hombre que muere por mano propia y aquel otro que fracasa ante su verdad. Entre ambos la escritura.
Los Adioses y la totalidad imposible Juan Carlos Onetti publica en 1954 la novela Los adioses.
El relato dentro del relato Pugnas por la voz en Para una tumba sin nombre de Onetti.
El objetivo que el presente trabajo tiene es reflexionar sobre las disquisiciones que el texto de Cortázar realiza en relación con una serie de problemáticas teórico-literarias...
de Michel M’Uzan Intervención del Dr. José Luis Valls en el Segundo Encuentro Científico Institucional Vicisitudes de la satisfacción: Los masoquismos, su heterogeneidad. Asociación Psicoanalítica Argentina Secretaría científica Eje temático: Angustia, castración, actuación y fantasía.
Aproximaciones espectrales (Apuntes sobre Un sueño Realizado de Onetti) Por María Miranda Tenía el pelo casi gris peinado en trenzas enroscadas y su vestido, correspondía a una vieja moda; pero no era el que se hubiera puesto una señora en los tiempos en que fue inventado, sino, también esto, el que hubiera usado una adolescente. Tenía una pollera hasta los zapatos, de aquellos que llaman botas o botinas, larga, oscura, que se iba abriendo cuando ella caminada y se encogía y volvía a temblar al paso inmediato. Un Sueño Realizado de Juan Carlos Onetti
La mirada vigilante posee un poder inmaterial que se ejerce continuamente como un mecanismo perpetuo de formación del saber. Erbóreo R. Frot
Cuando dos es más de dos:El otro Joyce de Roberto Ferro
Hacia la segunda década del pasado siglo, los programas estéticos de las nuevas escuelas vanguardistas coincidían en el rechazo al pasado y el culto a lo nuevo.
Dos veces Rivera, los comienzos de la lectura. La vorágine se publica en 1924 y Rivera, autor y político, abre con ella en la sociedad colombiana un juego de construcción novelesca. Para entramar el tejido textual puede valerse el autor de cuanto mecanismo encuentre o invente. El texto presenta, para el país de gramáticos, una historia que se confunde con la propia vida del autor.
De máscaras y fracturas: Una lectura de El laberinto de la soledad, de Octavio Paz, Cecilia Gonzalez Gerardi Estudiante de Letras de la Facultad de Filosofía y Letras - Universidad de Buenos Aires celezdi@gmail.com "...leer no es un gesto parásito (...), es un trabajo con el lenguaje, al nombrar los sentidos, digo al leer, que es nombrar y renombrar los sentidos, estoy oculto en las redes de mi estrafalaria maquinita de lectura. Creo que todo lector crítico es apócrifo, puesto que en las travesías tejidas por su mano y su mirada se deshacen la legalidad del origen como causa finalista del sentido y la negación de la fuga inasible de la palabra." Roberto Ferro, El lector apócrifo
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