Terra alta de Javier Cercas
Javier Cercas es un escritor del que aprecio algunas de sus obras como Soldados de Salamina, Anatomía de un instante, El impostor, entre otras, de ahí que ante el anuncio de que había abordado el género policial me dispuse a su lectura a partir de ese horizonte de expectativas.
Si la literatura es palimpsesto como señala Gérad Genette, la vida y la poesía se repiten en el “barco a la deriva” y se va “en gran barcaza/cruzando aguas doradas”, como en los tramos que nos muestra El barco ebrio de Rimbaud. Amor, deseo, lucha, peligros van despeñados hacia la sombra final que es la muerte, advertida por ellos, tú, ella, nosotros y el fantasma, la matriz de la escritura, velo último (o primero) de la realidad que nos separa de “eso” que no se puede decir.
La infancia
Muy pocos conocen su verdadero nombre. El famoso, el estampado en sus libros, notas periodísticas, presentaciones y homenajes es un mix del propio y de un apellido robado a su primer marido.
¿Quién narra en Mover el punto (2019) y Paranoxia Dalí (2019) de Ana Abregú?
La escritura de ambos textos discurre en una tensión entre la disolución del protagonista, del sujeto, del hablante –“yo” es “tú” que es “él”, en múltiples combinaciones– y la gramática dura del lexema, de la máxima: “El tiempo, lo único que tenía de permanente, era su obcecación”, “los pequeños infiernos se arman con la multiplicidad”, “si la muerte fuera hombre, tendría el humor y la insensatez necesaria para no desperdiciar ese cuerpo pudiendo hundirse en él”, “después de todo la muerte es la historia total, no existiría sin desaparición”, citas de Mover el punto; “El misterio es una puerta que duerme bajo el influjo de una gama de colores”, “me descamo como un pez boqueando”, “el arte es otra cosa, el arte es un caos que se hace de escombros”, “Creer es un movimiento del alma que genera infinitas suposiciones”, de Paranoxia Dalí.
Acerca de Elio Veneri
Escribo estas líneas en las primeras horas de la madrugada, acabo de llegar de Montevideo y lo hago movido por la urgencia que significa el peligro de perder una primicia. Como no soy, no he sido y nunca seré periodista, este comienzo abrupto exige de mi parte un relato que lo justifique.
Se realizaron las jornadas de Ricardo Piglia en el MALBA. Las ponencias de los escritores que trataron la obra del escritor, se encuentran disponibles.
Mover el punto enfrenta al lector con personajes dotados por rasgos de asombrosa inmaterialidad.
Piglia o una literatura argentina contemporánea permitida.
1-“A poco de conocida, la vanguardia comenzaba a aburrirme. Nadie quería pelear en serio, era un mundo distinto al que había conocido en los años de plomo. No hay cosa peor que dejar los combates a medio terminar: la literatura estaba en otra parte y prematuramente yo había escrito sobre Murena, Néstor Sánchez, Cerretani y Di Benedetto demostrando que con las teorías de Ricardo Piglia era imposible leerlos” (Luis Thonis en el inédito sobre Osvaldo Lamborghini).
Los pequeños infiernos se arman en la multiplicidad, señala una de las tantas voces que narran en Mover el punto, la nueva novela editada por Amazon, de Ana Abregú.
Metamorfosis en las fronteras
por Liliana Heer
El Instituto de Literatura Hispanoamericana de la Facultad de Filosofía y Letras se ha propuesto llevar a cabo las Jornadas Ricardo Piglia con el objeto de recoger nuevas miradas acerca de su obra; la iniciativa ha sido acogida por el MALBA de modo que la convocatoria y la organización del encuentro lleva la firma de las dos instituciones.
Ver programa más abajo.
En 2009, Roberto Ferro publica De la literatura y los restos (1ª ed. Bs.As.:Liber,2009). Unos años más tarde, en la Petit Colón de Libertad y Lavalle, en Buenos Aires, Miguel Vieytes se encuentra con su amigo Jorge Cáceres.