Sobre Atrave(r)sar de Ana Abregú

En Atrave(r)sar, de Ana Abregú, se pone en evidencia dos maneras de abordar la creación literaria: una expresar lo complejo con palabras sencillas ─La búsqueda del tiempo perdido de Proust o el monólogo de Molly Bloom─; la otra, abordar lo simple con palabras complejas.

 

En la segunda manera de abordar la creación literaria es donde se da el campo de prueba de las figuras retóricas y florituras del lenguaje; donde son exigidas hasta el límite. El Siglo de Oro español tiene dos hermoso ejemplos en figuras que se complementan y se enfrentan: el conceptismo de Quevedo y el culteranismo de Góngora. Entre los dos, otro personaje que, como un barman de las letras, mezcla características de ambos y los sintetiza, creando sabores nuevos, en un texto que es una poética y explora los alcance de las figuras retóricas, con ejemplos de su más acertados empleos ─analectas que, en casos, bordean la extrema alabanza y, también, “El arte de injuriar”─: Agudeza y arte de ingenio.

El texto bojea la estética de expresar lo complejo con palabras simples; pero de la mano de un taimado timonel que se orienta con la brújula de expresar lo simple con palabras complejas.

En Atrave(r)sar, además se lleva al límite el uso de la palabra adecuada para cada ocasión (mot juste) y el comentario diestro e ingenioso (bon mot); los dos, equilibrados con el término preciso y adecuado (mot propre).

Estos tres usos de la palabra aparecen intervenidos ─en el sentido plástico─ con el uso de notas en forma de asteriscos o paréntesis. Y ya que de sentido plástico y retórica hablo, concluyo que la intervención sobre el propio texto aplica la prosopografía y la etopeya a las palabras.

Los dos recursos, utilizados en el calambur ─imposible hablar de calambur sin recordar aquel inolvidable “Abandoné las carambolas por el calambur, los madrigales por los mamboretás, los entreveros por los entretelones”, con el cual el texto dialoga─ que en Atrave(r)sar son las notas y los paréntesis.

El uso de las notas

Cumplen con la función de la nota al pie, si bien más que aclarar sugieren un cambio en alguna palabra, casi como la cocina de un manuscrito donde la tachadura sirve para modificar ─nunca para suprimir─ y queda visible y esta técnica transforma el texto en un palimpsesto, casi siempre enfatizado con el uso del condicional. Algunos ejemplos:

3

Filología de la lengua

Me sumerjo en el texto para gozar de la íntima relación de otra lengua. No su verdad, sino la complacencia.

NdA(*): Donde dice “de otra”, debería leerse “con otra”. Donde dice: “complacencia”, debería leerse “concupiscencia”.

(*) Nota de autora (**).

(**) Donde dice “autora” debería leerse: Oitos Rossi (***).

(***) Donde dice “Oitos”, debería leerse: Nadie.

23

Los conceptos de toda idea se niegan a la univocidad(*).

La ficción obstaculiza la homogeneidad de la imaginación.

Somos lenguajes individuales dentro de cada ser, profundos e inalcanzables, tras un texto que se resiste(**) a ser encontrado.

(*) Donde dice “univocidad”, podría (***) decir: digresión.

(**) Donde dice “resiste”, podría decir: “elude”.

(***) Donde hay un “poder”, hay una ambigüedad en el “decir”

El uso de paréntesis

 

Se aplican pinceladas más fuertes sobre las palabras, y ya que de pintura hablo, concluyo que la intervención podríamos decir que la carga matérica sobre la palabra se espesa y engrosa, como el pintor que reemplaza el pelo por la virola y, a la vez que reparte el color esculpe sobre el lienzo dándole relieve a su trabajo. Así el paréntesis corporiza la palabra y el texto dándole otra carnadura, permitiendo, como en un óleo, apreciar dos textos: uno próximo y otro lejano. Algunos ejemplos:

 

13

La vulnerabilidad de la (r)evolución

chispa primigenia, accesoria

trama y síntesis en palabras

causa y (di)misión

 

17

Restitución, trans(cr)i(p)ción

murmullos del lenguaje.

asombro inquisidor de la épica

entre palabras escritas

 

19

Epílogo recurrente

En referencia a lo antes leído

retener la m(n)oción de los g(t)es(x)tos

palabra y sonido

logos querellantes

 

29

(P)rimar envanecidas cobardías

vulnerables a la extinción del pretérito

re-verso y rie(s)go entre cápsulas

como aletas de parásitos

 

31

Epígrafe presuntuoso

Está todo escrito

(h)ilación entre expresiones

la construcción de estos significados

atrave(r)sados por génesis y espíritu

 

71 (Juego de palabras)

 

Epanadiplosis

 

Eco, turbio torpe, (s)eco

el lenguaje estridula el

como la cigarra garra como

ardo en el espejo (n)ardo

especiada en tu piel esperada

 

139

 

Tu sabor erra por mi b(v)oca(ción)

como palabras que pierden lucidez

se postula para apotegma perpetuo.

 

157

 

Discurso anacoenosis

¿Desatiendes t(s)us sensaciones?

¿dea(funa)mbulas en el desierto de otros c(m)uerp(t)os?

¿ocurrió escribiendo?

 

Las múltiples lecturas que propone el texto está sintetizada en el ajustado final que cierra, como en un cuento clásico, el relato experimental que el lector atraviesa, por aquello de:

 

“Final

 

Siempre hay una cartografía, un cartógrafo y un navegante, a veces coinciden en la misma persona

Y, quizás, se detonan entre sí.

 

Oitos Rossi”.

 

Danilo Albero Vergara, escritor, ensayista.

 

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Ana Abregú.

www.metaliteratura.com.ar

Literatura latinoamericana

DESTACADOS

Almas de Griselda Gambaro por Ana Abregú

Soy una multitud. Cuando pienso o siento, ignoro quién piensa o siente.

 

[Fernando Pessoa].

 

Almas presenta  un intenso monólogo en el que la protagonista, Marion, entabla un diálogo consigo misma.

Marion ejecuta una impresionante transmutación al encarnar alternadamente voces que son un diálogo consigo misma; una forma de neutralizar la decepción que le produce las contradicciones de su realidad; logrado con una actuación de gran complejidad y profundidad. 

PERSONAJES

Electrónica de Enzo Maqueira

No creo en la eterna adolescencia. Ni en la vida ni en la música. El que se escuda ahí es porque se resiste a crecer.

 

[Juan Carlos Baglietto]

 

La novela se caracteriza por la compleja narración que combina la primera y la segunda persona para retratar la experiencia íntima y fragmentada de su protagonista, La profesora que se enamora del alumno adolescente. Este vínculo, más allá de ser una relación truncada, simboliza el cierre de una prolongada adolescencia propia de una generación de clase media argentina educada en los años 90. 

DRAMATURGIA

FRIDAS de Cristina Escofet por Ana Abregú

Yo habito la grieta entre lo que soy y lo que digo ser.

 

[Silvia Plath]

 

La obra comienza con Ana Yovino, presentando a Frida, un encuentro profundo entre la destreza del cuerpo actoral y la tradición mexicana de la muerte, en un cruce entre memoria, cuerpo y poesía.

Yovino baila en traje blanco y máscara de calavera, en una apertura que establece el vínculo con la ancestral celebración del Día de Muertos, donde la muerte se acepta y se honra con una estética que gira en torno a la calavera como emblema de transformación y reconciliación con el ciclo vital.

 

Almas de Griselda Gambaro por Ana Abregú

Soy una multitud. Cuando pienso o siento, ignoro quién piensa o siente.

 

[Fernando Pessoa].

 

Almas presenta  un intenso monólogo en el que la protagonista, Marion, entabla un diálogo consigo misma.

Marion ejecuta una impresionante transmutación al encarnar alternadamente voces que son un diálogo consigo misma; una forma de neutralizar la decepción que le produce las contradicciones de su realidad; logrado con una actuación de gran complejidad y profundidad. 

Dichas y desdichas del juego y devoción por la virgen por Ana Abregú

El teatro es un espejo que pone delante de los hombres a la realidad, con todas sus grandezas y sus miserias

[Lope de Vega]

 

El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.

[Williams Shakespeare].

 

Comedia alegórica con estructura del Siglo de oro español, y conexiones con el universo shakespereano. Comedia aurisecular escrita por Ángela de Azevedo, con la adaptación de Julieta Soria. En esta obra, el escenario se convierte en un tablero de juego donde el Demonio y la Virgen juegan con el futuro, simbolizando una batalla entre ambas fuerzas sobre el destino y la fe. La representación incluye elementos de juego y conflicto entre figuras religiosas, combinando temas de azar, fe y amor en la trama. También en contacto con El pleito del Demonio con la Virgen, de diversos autores, siendo la más común atribución a Francisco de Rojas Zorrilla (1607-1648), importante dramaturgo del Siglo de Oro español.

 

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