Sylvia Molloy en la Feria del Libro 2013

Una vez, Sylvia Molloy fue a una librería a preguntar por sus propios libros y le respondieron que no conocían a “esa autora”.

Una vez, Sylvia Molloy fue a una librería a preguntar por sus propios libros y le respondieron que no conocían a “esa autora”. Extraño anonimato el del escritor, que con su nombre le quitó el anónimo a lo Anónimo, pero que hoy desaparece escondido detrás de un libro en un mundo donde la persona, o su imagen, suelen ir delante de lo que hace. Así, en ese feliz anonimato, nos encontramos a la autora de Desarticulaciones en el stand de Eterna Cadencia en la 39° Feria del Libro. No estaba allí para presentar ningún libro ni dar ninguna charla. Más bien, recién llegaba.

SM: Vine directamente a este stand que es donde sabía que iba a encontrar cosas que me interesaban o, digamos, lecturas amigas, lecturas que me podían provocar.

-¿En qué está trabajando?

SM: Estoy trabajando en varios proyectos, porque siempre tengo varias cosas, no puedo trabajar en un proyecto solamente, siempre trabajo en varios, y voy de uno a otro y como que se contaminan y salen cosas inesperadas. Esos contagios, esas conexiones. Como Desarticulaciones o Varia imaginación, [estos relatos] no son relatos en sí, es escritura fragmentaria donde interviene mucho una primera persona que trabaja con material autobiográfico y material no autobiográfico, pero están centrados en una primera personas.

-Y mientras escribe, ¿está leyendo algo?

SM: Cuando escribo, en general no leo. La contaminación -uso a palabra contaminación porque me parece una palabra muy rica, otros dirían inspiración, pero yo prefiero contaminación-, ese proceso de contaminación para mí se da antes de la escritura y en el momento de escribir prefiero escribir sin distracciones, cuando ya tengo esas lecturas previas, medio asimiladas o como inspirándome, sugiriéndome cosas.

Parte del anonimato de Sylvia Molloy, especialmente entre estudiantes de Letras, se debe a que asociamos su apellido a la teoría literaria, y olvidamos o dejamos de lado su literatura. De todas maneras, Molloy tampoco abandona ese aspecto teórico de su escritura y continuamente trabaja en el análisis de algún nuevo aspecto de la materialidad literaria.

SM: Te cuento lo que estoy haciendo en este momento: me interesan reflexiones o ensayos teóricos sobre traducción. Siempre me interesa la traducción, pero me interesa también el escritor que maneja distintas lenguas y entonces en qué lenguas escribe. El escritor bilingüe, trilingüe, en qué legua escribe y qué impacto tiene. Porque siempre  se elige una lengua, qué impacto tienen las lenguas que no se usan sobre la escritura. Siempre creo que las lenguas que no se usan, cuando uno elige una lengua, están detrás, como fantasmas, si querés. Las otras aparecen como afantasmando la escritura. Así que estoy trabajando esa idea de los ecos de los distintos idiomas en la escritura de la persona que maneja distintas lenguas. Que se da en esas reflexiones que uno encuentra en escritores como Nabokov. Estoy siguiendo un poco esa línea, no es que me estoy comparando con Nabokov, pero ese tipo de reflexión me interesa mucho.

Al fin de la entrevista nos quedamos con la Sylvia escritora y con las continuas “contaminaciones” que se dan entre los dos aspectos de su escritura, como en su libro El común olvido. Quedamos, también, a la espera ansiosa de sus nuevos trabajos.

 

    Nació en Adrogué, en la zona sur del conurbano bonaerense, en 1984 y fue donde escribió por primera vez en una revista, el pasquín literario Mitin, de producción independiente. Más adelante empezó a publicar algunos textos en su blog, http://fragmentosdecosasincompletasdehecho.blogspot.com.ar/, y luego también en http://juliamilanese.wordpress.com/ donde actualmente sube sus artículos. Está terminando la carrera de Letras en la UBA y es colaboradora en la revista de viajes, Roomin.

DESTACADOS

¿Puede una IA escribir con la profundidad de un ser humano o hacer literatura?

Llevo días escuchando dos palabras como si fueran un mantra que define a la IA, conceptualmente distorsionados y desemboca en conclusiones equívocas.

Las palabras: algoritmo y probabilidad.

Algunos datos técnicos no vienen mal para acercar la comprensión sobre qué es la IA.

Imaginen tener una agenda, que tiene solapas con el alfabeto (se ven en librerías de papel), hay una búsqueda con ese criterio alfabético. Ahora, dentro de cada letra, otra agenda, de nuevo con la organización alfabética, y dentro de esta otra, y así. Para una búsqueda dentro de esta organización,  igualmente con el criterio de orden alfabético (espero estén advirtiendo la dificultad de recorridos), siempre empezando desde la A y abriéndose camino en las diferentes agendas, unas dentro de otras; un árbol de datos. Esto es un algoritmo que con la velocidad actual de los chips no parece complicado. Sumemos la predicción: la probabilidad que habiendo entrado con una letra, la próxima sea alguna determinada. Por ejemplo, entro con una consonante, hay más probabilidad que la próxima sea una vocal. Con ello empiezo una búsqueda ahorrando entrar por consonantes y con eso reduje el “camino” a 5 vocales. Es un ejemplo algo burdo, pero ilustra las dos palabras: algoritmo y probabilidad. Los algoritmos de búsqueda están muy afinados a raíz de la tecnología blockchain de las Criptos.

PERSONAJES

Los ritos ardientes de Julio Barco por Nicolás López Pérez

En esta presentación, además del material del poeta Julio Barco, convocante, provocativa, inspiradora, destaco el trabajo del escritor, crítico, abogado Nicolás López Pérez, su generocidad lo antecede. Ya tenemos en nuestra revista exhaustivos comentarios sobre la obra de ambos, además de colaboradores desde otros países.

La obra de Julio Barco nunca se despide de la vieja Lima, instaura una actitud permanente de traza del nuevo siglo y el antiguo, con una poética de rememoraciones, melancolía, causas, amores, lugares, una danza procaz apasionada y en estado permanente de exhorbitancia poética con una estrategia de seducción de voz y cuerpo, conseciones al discurso y estética del nuevo y viejo esquema de tributo a su época la Internet.

Leemos a Nicolás Lóepez Pérez, en este trabajo crítico sobre su obra.

 

DRAMATURGIA

Bajo un manto de estrellas de Manuel Puig por Ana Abregú

“Una especie de solidaridad tácita une a los extraviados y a los solitarios”

“Una revolución en las costumbres” en Bye-Bye, Babilonia, crónicas de Nueva York, Londres y París.

 

 

En esta obra se siente “una especie de solidaridad entre extraviados”, “es exactamente como lo imaginé”, se dirá recursivamente en la obra. La frase describe el sino de la época: la educación sentimental  provenía de escuchar la novela radial; el relato se reconfiguraba en el oyente, punto en común entre las clases: la pareja mayor, dueños de estancia; la pareja de misteriosos visitantes, adultos; y la niña de la casa, adoptada; revelan los sueños que nacieron en la era de las telenovelas y su influencia como parte de la penetración cultural que accionan el hecho constructivo del imaginario y los desvíos que propone el foco en la ilusión, en un ambiente endogámico que detona con diversas resonancias. El relato oído alimenta un romanticismo en el que cada personaje fantasea e imagina el objeto del deseo.

 

Las Bingueras de Eurípides de Ana López Segovia por Ana Abregú

Suerte, risas y mucho bingo. ¡Prepárense para gritar '¡Bingo!'! La emoción del dabber.

[Lema popular]

 

Divertida propuesta que remite a diversos estilos teatrales, así como referentes eclécticos.

Dionisia –Mar Bell Vazquez–, mito griego, baja a la tierra; y como el primigenio, se aboca a remover la estructura social conmoviendo la forma tradicional de subyugación de mujeres. Dionisio toma cuerpo de mujer para acompañar el proceso de empoderamiento. Eco entre formatos que se extienden entre géneros de humor basado en la expresividad corporal y diálogo punzante.

(Foto tomada de Internet)

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