Ensayo clínico

La novela de Gustavo Kusminsky, Ensayo Clínico, ocurre en tres dimensiones espaciales, que no intersecan entre sí, el espacio real o irreal del bar San Bernardo, el espacio real o irreal de la memoria, y el espacio real o irreal de las palabras.

La novela de Gustavo Kusminsky, Ensayo Clínico, ocurre en tres dimensiones espaciales, que no intersecan entre sí, el espacio real o irreal del bar San Bernardo, el espacio real o irreal de la memoria, y el espacio real o irreal de las palabras. 
El protagonista, Marco, sentado en el bar San Bernardo, rescata una parte de su vida, y toda a la vez,  mientras su cuerpo y sentidos se abandonan, a los ruidos y olores, el sosiego familiar del bar delega en el relato un período, que en contraste, se mueve a otra velocidad.
La vida de Marco parece diseñada en duplicidades que otros han configurado para él, lo han obligado a ser alguien que no supo que era, desenredándose, casi irremediablemente, en actos sin contención de sí mismo.
En el espacio de las palabras, los referentes del personaje no son de su entorno, ni tan siquiera una realidad doméstica, sino que se mira en el espejo de historias, personajes, músicos y escritores; es así como desde Santa Cecilia, patrona de la música, por error, de los poetas por convicción y de los ciegos por condición, las palabras que deben ser dichas, para comprender la historia de Marco, se expresan en un tiempo diferente al que transita su vida; hay informaciones y verdades que ha experimentando a destiempo, y que repone en el momento de rehabilitar sus recuerdos bajo la influencia de la atmosfera del bar.
Como dentro de una nave, aislado, a modo de transporte en el tiempo;  nos muestra al protagonista no como un sobreviviente, meramente, sino como un personaje en el que parecen confluir las consternaciones de una época de la historia Argentina, que no sólo no ha terminado para Marco, sino que deja interrogantes profundos sobre cuestiones cosmogónicas como  amor, verdad, muerte, que no terminan con la última página de esta novela.
En la vida de Marco no existen las certezas, su identidad, sujeta a conjeturas según el rol que creyó interpretar, exalta sus conflictos: su rol de padre, su rol de proveedor, su rol de esposo, de yerno y hasta de músico, que no parecen sostener un carácter apropiado.
La voz narradora, como en una letanía continua, sin mayúsculas, ni comienzos ordinales, ofrece al lector la ilusoria sensación de relato inmanente, no trascendente, sin distinción de orden moral con el natural, en donde la realidad impasible del bar sirve de moldura a la condición frágil de esos roles en la vida del protagonista.
Marco toma como referencia de la subjetiva vida que dispusieron para él, a personajes de relatos, históricos o de ficción, tal la Odisea;  como una forma de reflexionar sobre la paradoja que significa la contradicción y justificación de situaciones que resultaron inconsistentes con su percepción de la realidad.
La apreciación de Marco, relacionada con los sonidos, cifra su atención e intereses bajo la visión que le permite su condición de músico; como parte de ello, las palabras  reinventan su significado; términos importantes como padre, patria, hijo, enfermedad, humo, muerte, sobreviviente, se desmoldan, mantienen su forma, pero no su sentido; los recuerdos del protagonista parece una explicación pero son, en contexto, una implicación.
Reveladora la voz de un personaje, que funciona como una señal, o una bisagra, quizás un sino o profecía, cito: “_ Y la ficción deforma posteriormente la realidad en sus espejos, dijo alguien por ahí”, en el centro neurálgico de la novela, mitad exacta del libro, en páginas y voces, donde las palabras comienzan a funcionar como un gozne, entre apariencia, memoria, narración, veracidad. 
En esta novela es permanente las referencias dobles en diversos aspectos: el mismo bar, con el nombre de esa raza de can que se asocia con el rescate de personas; Marco que ha notado la contradicción que ha generado que Santa Cecilia resultara la Patrona de la música, semejante al laberinto confuso respecto a motivaciones de Cecilia, su mujer; el paralelo entre la dicción de Julio Cortázar y su torturador; el humo del bar y la nebulosa del recuerdo; en el recorrido de la memoria, se establecen relaciones con músicos, Bach, Ravel, y otros; con textos, la Biblia, el Talmud, citas Borgianas y otros; con  personajes, Ulises, Fausto, Frankestein, Jekyll y Hyde, y otros -a su vez historias de dobles-;  la progresión de personajes y escritores, Homero, Hemingway, Stevenson, y otros, como puntos de anclaje en las reflexiones de Marco, ofrecen una apariencia de equilibrio emocional, de análisis distante, racionalismo filosófico que en contradicción con el relato hacen que este texto enfrente al lector con cuestiones sobre hechos y acontecimientos que irradian una percusión con la aparente calma de la escritura; sin dejar de notar que esta historia se cuenta en un solo día, aspecto que nos hace pensar en el Ulises, esta vez de James Joyce; dan cuenta de un viaje, una vida de contingencias, ida y vuelta entre universos geográficos, ida y vuelta entre universos políticos, ida y vuelta entre verdades, lo que genera un haz de tiempos que se resuelve en conjugaciones verbales.
Fluida y plástica, esta novela alterna su figurado carácter confesional con un texto profundo, conmemorativo y diferente.
“¡Oh!, mis ojos han visto todo esto,/Mis orejas lo han oído y entendido./Job 13:1”, es el epígrafe de este libro, que podría interpretarse como una capitulación frente a la irreversibilidad de hechos; pero es también un salmo, del latín psalmus, que significa: tocar las cuerdas de un instrumento musical. 
El efecto más logrado de esta novela, es la iluminación con que los discursos de los personajes, dejan fuera la especulación que pueda construir el lector, y al mismo tiempo expanden sus proposiciones;  con habilidad geométrica, la sensación del diálogo continuo y la reposición de las voces en fórmulas simples, pero intensas, hacen que se lea sin respirar, con avidez casi metafísica.
Como en el resto del libro, al lector le tocará decidir entre los posibles narrativos de esta historia conmovedora que cuestiona la verdad, pero no la juzga, cuestiona instituciones, el matrimonio, la política, pero no las juzga; interpela, en definitiva, al propio protagonista en la forma de un testimonio de sus memorias, e imprime, entre sus torcedura, un sentimiento de perplejidad, pero no por no resolver misterios, sino justamente por develarlos.
 

 

    Ana Abregú, escritora, con formación en ingeniería electrónica trabaja como SEO posicionamiento y Community Manager, ha publicado novelas, poemarios, relatos, ensayos y crítica literaria. Editora y redactora de la revista Metaliteratura. (http://www.metaliteratura.com.ar), shop de libros editados: http://shop.metaliteratura.com.ar. Obras: SO( Crónicas Octubre 2024 –diciembre 2024), crónicas, enero 2025; INTRꜴVERSIÓN, poemario, enero 2025; Novela en curso, ensayos, enero 2025; Terrorrisa, ensayos, enero 2025; Borges comentado, ensayo, crítica, enero 2025; Ante (Crónicas, septiembre 2023 – diciembre 2023), crónicas, Enero 2025; Tiples (Relatos, enero2025); Viceversa (Crónicas, Enero 2024 – Septiembre 2024), enero 2025;Didascalias , (Artículos dramaturgia julio 2024); Bitácora de escrituras, Recursos literarios, 2024, U (Crónicas junio 2023 – agosto 2023), crónicas, 2024; E (Crónicas enero 2023 – mayo 2023), crónicas, 2024; Ulises en su laberinto, ensayos, junio 2024; Las razones de la sal, novela, enero 2024; Venablos, poemario, 2023; A (Crónicas, agosto 2022, diciembre 2022), 2023; Errancias del ayés, relatos, 2023; Conversaciones con Žižek, relatos, 2023; Blogs para el posicionamiento, SEO posicionamiento, informática, 2022; O (crónicas 2022 – agosto 2022), 2022; Ignitos, relatos, 2022; Y (Crónicas, abril 2020 - febrero 2022), 2022; Teorema de la Lengua, poemario, 2022; Pentimentos. novela, 2022; Supay, novela, 2021; El Pallo Gelao, humor gráfico, 2021; Pareidolia, crítica literaria, 2021, Antí(eu)fon(í)as, poemario, 2021; Textorios, ensayos, 2021; Cíngulos, ensayos, 2021; Descontextos, ensayos, 2021; La mujer fingida, novela, 2020; Atrave(r)sar, poemario. 2020; Dédalo. novela. 2020; Ex criaturas. microrrelato, 2020; Señales del tacto, novela. 2020; Mover el punto, novela. 2019; El espejo deshabitado, novela. 2019; Paranoxia Dalí, novela, 2018; Adelaida Sharp en tu tiempo, novela, 2017. Se consiguen en Amazon.

DESTACADOS

¿Puede una IA escribir con la profundidad de un ser humano o hacer literatura?

Llevo días escuchando dos palabras como si fueran un mantra que define a la IA, conceptualmente distorsionados y desemboca en conclusiones equívocas.

Las palabras: algoritmo y probabilidad.

Algunos datos técnicos no vienen mal para acercar la comprensión sobre qué es la IA.

Imaginen tener una agenda, que tiene solapas con el alfabeto (se ven en librerías de papel), hay una búsqueda con ese criterio alfabético. Ahora, dentro de cada letra, otra agenda, de nuevo con la organización alfabética, y dentro de esta otra, y así. Para una búsqueda dentro de esta organización,  igualmente con el criterio de orden alfabético (espero estén advirtiendo la dificultad de recorridos), siempre empezando desde la A y abriéndose camino en las diferentes agendas, unas dentro de otras; un árbol de datos. Esto es un algoritmo que con la velocidad actual de los chips no parece complicado. Sumemos la predicción: la probabilidad que habiendo entrado con una letra, la próxima sea alguna determinada. Por ejemplo, entro con una consonante, hay más probabilidad que la próxima sea una vocal. Con ello empiezo una búsqueda ahorrando entrar por consonantes y con eso reduje el “camino” a 5 vocales. Es un ejemplo algo burdo, pero ilustra las dos palabras: algoritmo y probabilidad. Los algoritmos de búsqueda están muy afinados a raíz de la tecnología blockchain de las Criptos.

PERSONAJES

Los ritos ardientes de Julio Barco por Nicolás López Pérez

En esta presentación, además del material del poeta Julio Barco, convocante, provocativa, inspiradora, destaco el trabajo del escritor, crítico, abogado Nicolás López Pérez, su generocidad lo antecede. Ya tenemos en nuestra revista exhaustivos comentarios sobre la obra de ambos, además de colaboradores desde otros países.

La obra de Julio Barco nunca se despide de la vieja Lima, instaura una actitud permanente de traza del nuevo siglo y el antiguo, con una poética de rememoraciones, melancolía, causas, amores, lugares, una danza procaz apasionada y en estado permanente de exhorbitancia poética con una estrategia de seducción de voz y cuerpo, conseciones al discurso y estética del nuevo y viejo esquema de tributo a su época la Internet.

Leemos a Nicolás Lóepez Pérez, en este trabajo crítico sobre su obra.

 

DRAMATURGIA

Bajo un manto de estrellas de Manuel Puig por Ana Abregú

“Una especie de solidaridad tácita une a los extraviados y a los solitarios”

“Una revolución en las costumbres” en Bye-Bye, Babilonia, crónicas de Nueva York, Londres y París.

 

 

En esta obra se siente “una especie de solidaridad entre extraviados”, “es exactamente como lo imaginé”, se dirá recursivamente en la obra. La frase describe el sino de la época: la educación sentimental  provenía de escuchar la novela radial; el relato se reconfiguraba en el oyente, punto en común entre las clases: la pareja mayor, dueños de estancia; la pareja de misteriosos visitantes, adultos; y la niña de la casa, adoptada; revelan los sueños que nacieron en la era de las telenovelas y su influencia como parte de la penetración cultural que accionan el hecho constructivo del imaginario y los desvíos que propone el foco en la ilusión, en un ambiente endogámico que detona con diversas resonancias. El relato oído alimenta un romanticismo en el que cada personaje fantasea e imagina el objeto del deseo.

 

Las Bingueras de Eurípides de Ana López Segovia por Ana Abregú

Suerte, risas y mucho bingo. ¡Prepárense para gritar '¡Bingo!'! La emoción del dabber.

[Lema popular]

 

Divertida propuesta que remite a diversos estilos teatrales, así como referentes eclécticos.

Dionisia –Mar Bell Vazquez–, mito griego, baja a la tierra; y como el primigenio, se aboca a remover la estructura social conmoviendo la forma tradicional de subyugación de mujeres. Dionisio toma cuerpo de mujer para acompañar el proceso de empoderamiento. Eco entre formatos que se extienden entre géneros de humor basado en la expresividad corporal y diálogo punzante.

(Foto tomada de Internet)

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