Roma

A-ROMA  que emana de esa ciudad  hermosa, impersonal y mundana.

¡Qué diversa que es!

A-ROMA  que emana de esa ciudad  hermosa, impersonal y mundana.

¡Qué diversa que es!

Ocupa el arco de todo lo que alguien se pueda imaginar de un lugar, de una ciudad, como de una mujer. No de una Dama.

Estuve con mi hijo, una semana de marzo… yo salía, él se quedaba en el hotel.

Pocas veces me acompañaba, yo inquieto por caminarle las calles. Por sentirla en mis zapatos.

Su sublime historia, que se escurre en el presente.

Siempre terminaba en la Termini, tomando un vino de chinos.

Igual me la traje puesta, la añoro; añoro eso que me hizo sentir sin hablarme, aunque creía que no estaba allí.

Son fugaces instantes, impetuosos, que me transportan, con una profunda extrañeza.

En uno de los días fuimos a un palacio. Dentro del mismo llore.

Al salir, seguía llorando.

¿Y ahora qué te pasa? Me preguntó mi hijo.

Nada le dije, en realidad me pasaba de todo.

Al margen de muchas cosas que la gente pueda pensar del catolicismo, le dije:

¡Qué a esto nadie lo toque! Mi rostro se acongojaba, se fruncía con ese amor angustioso, a medida que me iban brotando las palabras.

A lo largo de la historia, ¡de hecho nadie lo tocó!

Mi hijo me dijo,  tenés razón, eso ha sido así.

¿Por qué nadie lo tocó? ¡Ni siquiera eso implacable que son las guerras!

¿Qué hay ahí que transciende? Acaso sea que a ese lugar no lo marca el tiempo.

Me la traje, a pesar de que la tuve que dejar igual que a mi hijo, que un viernes por el mediodía se volvió a Milano. Me quedé solo como tantas veces,  pero esta vez fue en Roma. Necesitaba volverla a pisar pero esta vez,  con amor.

Esa tarde noche de viernes no sé cómo hice,  volví por lugares que recorrí por última vez en ese viaje. Algunos pocos. Rápido.

Casi sin el idioma, apenas me entendían.

Ese viernes también busqué a una romana, para atenuar mi falta, aunque sea por un rato.

En la Piazza del Popolo, sin el idioma y sin más que mi indecisión, me encuentro caminando sin rumbo y se me acerca a preguntarme, también sola, una mujer de mi edad.

Me puse nervioso, no sabía lo que me decía, pude captar algo por instantes y a medias, le contesté, percibí que algo me entendía, también poco, pero lo suficiente como para poder tomar un café en la plaza. Era de Potenza, no era romana,  Arminda se llamaba. Paseaba también por Roma.

Qué poco que pude saber de ella, todo era contrarreloj, fue fugaz, me tenía que ir a tomar el avión. Volaba el tiempo.

Quería, aunque sea traerme algo de ella, el teléfono, pero ¿para qué? pensé.

Su mirada me conformaba mientras hablábamos entrecortados con nuestros recuerdos tan ajenos. Y lejanos el uno del otro.

Ni el aroma de ella me traje. Pobre Roma, pobre Arminda se volvió sin mí.

Qué anagrama.

 

    Escritor, Psicoanalista y Prof. Universitario.

DESTACADOS

Cuando la máquina crea: la edición de libros en la era de la IA

13:00 a 14:00 – Conferencia: Cuando la máquina crea: la edición de libros en la era de la IA (o cómo seguir siendo indispensables) Organiza: Proyecto451 A cargo de: Daniel Benchimol Sala Victoria Ocampo, Pabellón Blanco, 1º piso

¿Somos descartables?

Desafíos que la IA nos impone. Imagina dónde estaremos en un año y qué estaremos haciendo.

Mira este video imperdible que te muestra el estado de la realidad actual de la IA, lo que puede hacer y qué papel juegan los humanos en esta nueva realidad.

La IA vino para quedarse, qué vamos a poder hacer nosotros, los humanos, con este nuevo paradigma que se nos presenta.

Qué vamos a hacer los escritores, los informáticos, ¿terminaremos de diferenciar la generación de contenidos de los contenidos de calidad? Qué los diferencia: ¿el origen de la información?, ¿la capacidad de fidelidad a la información?, ¿la captación de la atención del público?

PERSONAJES

El corazón es habitar la experiencia y el ritmo

Pasquale Mesolella, I giorni della pandemia. Prato: Pentalinea, 2024.

 

[Este es tal vez uno de los libros más emocionantes en la obra de Pasquale Mesolella (Teano, 1949). Va dedicado a “tutte le persone, note e ignote, conosciute e sconosciute, vittime inermi ed innocenti del covid o della guerra ucraina”. A simple vista, puedo decir que se ve a un poeta desprovisto de artilugios del lenguaje y que consagra la escritura como si su mano fuese un sello de lacre. Un poeta que se ha convertido en un reportero de un tiempo álgido que no está tan lejos y que continúa a hacernos eco. Los primeros textos de esta colección corresponden a enero de 2019 y los últimos, como el prólogo, se remontan a septiembre de 2023]

 

DRAMATURGIA

Bajo un manto de estrellas de Manuel Puig por Ana Abregú

“Una especie de solidaridad tácita une a los extraviados y a los solitarios”

“Una revolución en las costumbres” en Bye-Bye, Babilonia, crónicas de Nueva York, Londres y París.

 

 

En esta obra se siente “una especie de solidaridad entre extraviados”, “es exactamente como lo imaginé”, se dirá recursivamente en la obra. La frase describe el sino de la época: la educación sentimental  provenía de escuchar la novela radial; el relato se reconfiguraba en el oyente, punto en común entre las clases: la pareja mayor, dueños de estancia; la pareja de misteriosos visitantes, adultos; y la niña de la casa, adoptada; revelan los sueños que nacieron en la era de las telenovelas y su influencia como parte de la penetración cultural que accionan el hecho constructivo del imaginario y los desvíos que propone el foco en la ilusión, en un ambiente endogámico que detona con diversas resonancias. El relato oído alimenta un romanticismo en el que cada personaje fantasea e imagina el objeto del deseo.

 

Las Bingueras de Eurípides de Ana López Segovia por Ana Abregú

Suerte, risas y mucho bingo. ¡Prepárense para gritar '¡Bingo!'! La emoción del dabber.

[Lema popular]

 

Divertida propuesta que remite a diversos estilos teatrales, así como referentes eclécticos.

Dionisia –Mar Bell Vazquez–, mito griego, baja a la tierra; y como el primigenio, se aboca a remover la estructura social conmoviendo la forma tradicional de subyugación de mujeres. Dionisio toma cuerpo de mujer para acompañar el proceso de empoderamiento. Eco entre formatos que se extienden entre géneros de humor basado en la expresividad corporal y diálogo punzante.

(Foto tomada de Internet)

Mi novia del futuro de Anto Van Ysseldyk por Ana Abregú

«¡Como si se pudiera matar el tiempo sin herir a la eternidad!».

(Henry David Thoreau)

 

El viaje en el tiempo es un tópico complejo, sobre todo durante una obra teatral, donde la comparación entre temporalidad se debe resolver en un espacio reducido. Esta situación se metaforiza en un escenario con elementos de luz y desplazamientos en espiral, haciendo y deshaciendo el tiempo en el espacio, tal como se define el tiempo mismo, una tela, una autopista peraltada.

 

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