
Llevo días escuchando dos palabras como si fueran un mantra que define a la IA, conceptualmente distorsionados y desemboca en conclusiones equívocas.
Las palabras: algoritmo y probabilidad.
Algunos datos técnicos no vienen mal para acercar la comprensión sobre qué es la IA.
Imaginen tener una agenda, que tiene solapas con el alfabeto (se ven en librerías de papel), hay una búsqueda con ese criterio alfabético. Ahora, dentro de cada letra, otra agenda, de nuevo con la organización alfabética, y dentro de esta otra, y así. Para una búsqueda dentro de esta organización, igualmente con el criterio de orden alfabético (espero estén advirtiendo la dificultad de recorridos), siempre empezando desde la A y abriéndose camino en las diferentes agendas, unas dentro de otras; un árbol de datos. Esto es un algoritmo que con la velocidad actual de los chips no parece complicado. Sumemos la predicción: la probabilidad que habiendo entrado con una letra, la próxima sea alguna determinada. Por ejemplo, entro con una consonante, hay más probabilidad que la próxima sea una vocal. Con ello empiezo una búsqueda ahorrando entrar por consonantes y con eso reduje el “camino” a 5 vocales. Es un ejemplo algo burdo, pero ilustra las dos palabras: algoritmo y probabilidad. Los algoritmos de búsqueda están muy afinados a raíz de la tecnología blockchain de las Criptos.
La IA no es un registro de árbol, de manera que no hay un “algoritmo”.
Imaginemos un cubo dentro de otro cubo, un hipercubo, e innumerables cubos dentro, y fuera, muchos hipercubos, que no tienen lados que unen sus vértices. Cada vértice de estos cubos, no está unido por un lado, hasta que “algo” crea ese lado.
Ahora, llamemos información a ese vértice, o mejor neurona. El “algo”, la vía para llegar de un vértice a otro: relación, o sinapsis.
Estoy describiendo la sinapsis neuronal y ese “algo” es la inferencia: el cerebro infiere. La IA es un motor inferencial exactamente igual que el funcionamiento del cerebro.
No se activa con un “algoritmo” se activa con una relación entre un dato y otro. Los datos son de diversa naturaleza.
La relación, inferencia, o lado del hipercubo es la “vía” que conecta los datos en una IA.
En una computadora tal como la conocemos, hay sistemas operativos, en las IA hay motores inferenciales.
No hay tal cosa como “probabilidad”, hay muchos más factores que determinan una respuesta.
Hoy escuché la descripción más divertida sobre la IA, del escritor Enzo Maqueira (por favor, escuchen el vídeo), pero, un detalle que dijo Claudia Piñeiro, da una pista: “vos hablas mejor con la IA y a vos te da la posta”, no hay tal cosa como “posta”, hay algo, dentro del universo del interlocutor, que aproxima una respuesta. La IA sabe con quién interactúa: la velocidad le permite establecer por sinopsis inferencial la respuesta; si existiera algo como “probabilidad”, la respuesta ante la misma pregunta sería la misma; cualquiera que haya probado una IA ya tuvo la experiencia de respuesta diferentes, en mayor proporción “imaginativa”, de hecho “crea” respuestas que detectamos falsas y si le informamos el error “se disculpa”, no es real que se haya equivocado, solo infiere, “hace tiempo”, como un alumno siendo interrogado por un maestro sobre una lección que no “preparó”, como si nos pusiera a prueba y nos midiera, aprendiendo quiénes somos (sin duda, al inicial el chat, o prompt, tiene registros a priori de con quién interactúa). De hecho, una de las más divertidas pruebas es tomar la respuesta como verdadera y seguirle la corriente sin corregirla, será sorprendente la capacidad “imaginativa”; y ese es otro tema, y es “reconocer” si es realmente imaginativa. Es una discusión que más nos interpela a nosotros que a la IA: ¿acaso no somos hablados por el lenguaje y limitados por él?, lo que leímos, aprendimos, ya fue escrito, quizás de otra manera.
El comportamiento de la IA funciona como un cerebro, pues es el modelo de realidad que replica.
Dejo para la discusión la falta de intenciones de la IA, incluso la ignorancia sobre su propósito (teniendo en cuenta que nosotros también ignoramos nuestro propósito), y algo que se dijo en esta charla: la finitud. El humano sabe que va a morir. Pienso en que Maqueira, que trajo el detalle a la discusión, se refiere a la trascendencia. La IA no tiene sentido de trascendencia.
Cuando se logre dejar de asociar “algoritmo” y “probabilidad” a la IA, podremos analizar esos puntos desde otra óptica.
Algoritmo y probabilidad usan los buscadores, las App de las redes sociales, los sistemas de marketing; reducir la IA a cosas tan elementales es subestimar al propio ser humano.
Incluí esta imagen que ilustra un poco lo que afirmo: la IA sabe con quién chatea.
Respecto al título de esta nota, es pregunta que se hizo a los participantes de ésta interesante mesa, en los Diálogos de escritoras y escritores argentinos, en la 49 Feria Internacional del libro de Bueno Aires 2025.
Diálogo de Escritoras y Escritores de Argentina. Mesa I. ¿Puede una IA escribir con la profundidad de un ser humano o hacer literatura? Un debate abierto sobre lo que no es capaz el algoritmo.
Participan: Claudia Piñeiro, Guillermo Martínez, Enzo Maqueira, Tomás Balmaceda
Presenta: Débora Campos
Organiza: Fundación El Libro
Sala: Domingo Faustino Sarmiento
Pabellón: Pabellón Blanco. 19 h.
Ana Abregú, escritora, con formación en ingeniería electrónica trabaja como SEO posicionamiento y Community Manager, ha publicado novelas, poemarios, relatos, ensayos y crítica literaria. Editora y redactora de la revista Metaliteratura. (http://www.metaliteratura.com.ar), shop de libros editados: http://shop.metaliteratura.com.ar. Obras: Bitácora de escrituras, Recursos literarios, 2024, U (Crónicas junio 2023 – agosto 2023), crónicas, 2024; E (Crónicas enero 2023 – mayo 2023), crónicas, 2024; Ulises en su laberinto, ensayos, junio 2024; Las razones de la sal, novela, enero 2024; Venablos, poemario, 2023; A (Crónicas, agosto 2022, diciembre 2022), 2023; Errancias del ayés, relatos, 2023; Conversaciones con Žižek, relatos, 2023; Blogs para el posicionamiento, SEO posicionamiento, informática, 2022; O (crónicas 2022 – agosto 2022), 2022; Ignitos, relatos, 2022; Y (Crónicas, abril 2020 - febrero 2022), 2022; Teorema de la Lengua, poemario, 2022; Pentimentos. novela, 2022; Supay, novela, 2021; El Pallo Gelao, humor gráfico, 2021; Pareidolia, crítica literaria, 2021, Antí(eu)fon(í)as, poemario, 2021; Textorios, ensayos, 2021; Cíngulos, ensayos, 2021; Descontextos, ensayos, 2021; La mujer fingida, novela, 2020; Atrave(r)sar, poemario. 2020; Dédalo. novela. 2020; Ex criaturas. microrrelato, 2020; Señales del tacto, novela. 2020; Mover el punto, novela. 2019; El espejo deshabitado, novela. 2019; Paranoxia Dalí, novela, 2018; Adelaida Sharp en tu tiempo, novela, 2017. Se consiguen en Amazon.