La Pasión crítica

Textos y Mundos, Guanajuato, Universidad de Guanajuato, 2010, pp. 308.

La selección de los ensayos que componen El lector apócrifo, 1998, y De la literatura y los restos, 2010, tuvo como objetivo establecer una composición en la que, en cada uno de ellos, un aspecto de la teoría de la lectura apareciera asediado en trabajos críticos y permitiera revisar una variedad de abordajes con sus derivaciones, sus aporías y sus diferencias. Esa modalidad  de selección no tuvo en cuenta el orden cronológico de publicación de los ensayos, sino, antes bien, el campo relacional que se concertaba en el armado de cada volumen.

Un criterio similar me guía en el armado de Textos y mundos, publicado por la editorial de la Universidad de Guanajuato en setiembre de este año, en el que se compilan  algunos ensayos anteriores a la publicación de los otros volúmenes a los que he hecho mención. De todas maneras, la mayor parte de los trabajos reunidos han ido apareciendo en los últimos años, lo que exhibe que mis preocupaciones teóricas se han dirigido hacia la relación entre los textos y los mundos que exponen en su conjunto una perspectiva plural de reflexión orientada a polemizar con aquellas concepciones que se asientan en la certeza de que las referencias textuales se sitúan en una dimensión que, más allá de las diferencias terminológicas,  pueden ser pensadas como un extratexto.

                Textos y mundos aparece dividido en tres secciones.  La primera de ellas se titula “El mundo histórico en los textos literarios”. Los mundos evocados en los textos literarios analizados en este apartado han sido configurados desde otros archivos por citas de documentación, testimonios, ya sea provenientes de la historiografía, del periodismo, o de otras formaciones discursivas que tienen la pretensión de constituirse como registros fiables de hechos ocurridos en el pasado. La referencia a esos mundos históricos desde la palabra literaria implica la apertura a un modo de configuración de los sucesos, los personajes, las consecuencias, que se aparta del régimen de verdad que sustentan los discursos con los que confronta, diverge, y/o reinterpreta. Los ensayos, sobre Rodolfo Walsh, Carlos Liscano,  José Eustasio Rivera y Enrique Bernardo Núñez, que forman esa primera sección exploran en el mundo histórico, perturbando las determinaciones fundadas en la verdad que privilegian representaciones del pasado autorizadas por evidencias documentales o testimonios.     

La segunda sección, “La figuración del escritor en los textos”, con ensayos sobre Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa, Marcos Aguinis y Jorge Di Paola,  se centra en las diversas formas con que los escritores construyen su imagen social, que se proyecta intensamente sobre la circulación de sus obras; uno de los asuntos más recurrentes para examinar es que las variaciones en la imagen del escritor se corresponden con cambios en los modos de lectura.

Finalmente, la tercera sección está conformada por artículos en los que predomina la indagación teórica. En su desarrollo se expone uno de los puntos en torno de los cuales se articulan los ejes que constituyen la concepción que se sustenta en los ensayos: el texto literario puede figurarse como una esceno-grafía, una puesta en escena de las huellas, de las trazas, de las estrías, de todas las modalidades posibles de una tipología del injerto; cada texto es un entramado con múltiples cabezas de lectura para otros textos, una deriva de convergencia de operaciones de desplazamiento y proliferación en las que no sólo desaparece el origen, el origen ni siquiera ha desaparecido: nunca ha quedado constituido. En el injerto textual, condición de posibilidad del texto, la lectura y la escritura tejen mutuamente un doble suplementario, vacilante e inestable. El injerto es el procedimiento sobre el cual se sobreimprime el trazado de las citas que se urden en constelaciones. La escritura se imprime y se sobreimprime sobre el fondo blanco de la página que como un bastidor dispone las marcas en un proceso incesante de significaciones que envían a otras marcas en un ir y venir de la letra que titila y el ojo que contrabandea los sentidos sin alcanzar la clausura que atenúe su deseo.

 

 

    Escritor y crítico literario. Doctor en Letras por la Universidad de Buenos Aires. Profesor e investigador de la Facultad de Filosofía y Letras. Ha dictado cursos de posgrado en Uruguay, Brasil, Venezuela, México, Francia e Italia. Ha participado del Consejo Editorial de numerosas revistas académicas y literarias. Dirigió Metaliteratura revista desde 1998. Entre sus libros publicados están Lectura (h)errada con Jacques Derrida. Escritura y desconstrucción (1995); La ficción. Un caso de sonambulismo teórico (1998); El lector apócrifo (1998); Sostiene Tabucchi (1999); Onetti/La fundación imaginada (2003); De la literatura y los restos (2009); Derrida y Fusilados al amanecer (2010); El otro Joyce (2011). Ha dirigido el volumen dedicado a Macedonio Fernández en La Historia Crítica de la Literatura Argentina (2007), y la edición crítica de Operación Masacre seguido de La campaña periodística (2009). Algunos de sus libros han sido traducidos al portugués y al italiano. Sus últimos libros se consiguen en Amazon, algunos títulos: El Pozo de Funes >a href="https://www.amazon.com/-/es/Roberto-Ferro-ebook/dp/B07SWQWRZ2/ref=sr_1_3?__mk_es_US=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&crid=3UJ4MGASQLNTU&dib=eyJ2IjoiMSJ9.Iv_EN4Wj8EzsiKSVbsYrz7dOTpi2q6xfnr2EuAyPtI3BNzELqX3GwEgNCYJTs02OW2bnbQA0N7UF06QR0ocX0t_cAdWdR-FPBYOJJq1csP6Lf10Yhp_9wzuJv-4jbiNOjYGUqy19g-RxVVFNwXKErzm82ci0PjVhXlpBjnY5xjiZ_TSudP5gbQ3SUdSWK2OGZ1LMJ0DEY0UfwxI0fGLqhtJRBuFTyqmLi3pCEUGK9YA.3sCFUcy9FuaEQF0sjzyYNl-4u6Rc8XugzvU9hDwLHUc&dib_tag=se&keywords=Roberto+Ferro&qid=1732289041&sprefix=roberto+ferro%2Caps%2C273&sr=8-3">Desde aquella ventana Todo viene del pasado Y tendrá tus ojos Fuera de foco Entre otros. Roberto Ferro ha publicado 40 libros entre crítica, novelas, poesía, ensayos.

DESTACADOS

¿Puede una IA escribir con la profundidad de un ser humano o hacer literatura?

Llevo días escuchando dos palabras como si fueran un mantra que define a la IA, conceptualmente distorsionados y desemboca en conclusiones equívocas.

Las palabras: algoritmo y probabilidad.

Algunos datos técnicos no vienen mal para acercar la comprensión sobre qué es la IA.

Imaginen tener una agenda, que tiene solapas con el alfabeto (se ven en librerías de papel), hay una búsqueda con ese criterio alfabético. Ahora, dentro de cada letra, otra agenda, de nuevo con la organización alfabética, y dentro de esta otra, y así. Para una búsqueda dentro de esta organización,  igualmente con el criterio de orden alfabético (espero estén advirtiendo la dificultad de recorridos), siempre empezando desde la A y abriéndose camino en las diferentes agendas, unas dentro de otras; un árbol de datos. Esto es un algoritmo que con la velocidad actual de los chips no parece complicado. Sumemos la predicción: la probabilidad que habiendo entrado con una letra, la próxima sea alguna determinada. Por ejemplo, entro con una consonante, hay más probabilidad que la próxima sea una vocal. Con ello empiezo una búsqueda ahorrando entrar por consonantes y con eso reduje el “camino” a 5 vocales. Es un ejemplo algo burdo, pero ilustra las dos palabras: algoritmo y probabilidad. Los algoritmos de búsqueda están muy afinados a raíz de la tecnología blockchain de las Criptos.

PERSONAJES

El corazón es habitar la experiencia y el ritmo

Pasquale Mesolella, I giorni della pandemia. Prato: Pentalinea, 2024.

 

[Este es tal vez uno de los libros más emocionantes en la obra de Pasquale Mesolella (Teano, 1949). Va dedicado a “tutte le persone, note e ignote, conosciute e sconosciute, vittime inermi ed innocenti del covid o della guerra ucraina”. A simple vista, puedo decir que se ve a un poeta desprovisto de artilugios del lenguaje y que consagra la escritura como si su mano fuese un sello de lacre. Un poeta que se ha convertido en un reportero de un tiempo álgido que no está tan lejos y que continúa a hacernos eco. Los primeros textos de esta colección corresponden a enero de 2019 y los últimos, como el prólogo, se remontan a septiembre de 2023]

 

DRAMATURGIA

Bajo un manto de estrellas de Manuel Puig por Ana Abregú

“Una especie de solidaridad tácita une a los extraviados y a los solitarios”

“Una revolución en las costumbres” en Bye-Bye, Babilonia, crónicas de Nueva York, Londres y París.

 

 

En esta obra se siente “una especie de solidaridad entre extraviados”, “es exactamente como lo imaginé”, se dirá recursivamente en la obra. La frase describe el sino de la época: la educación sentimental  provenía de escuchar la novela radial; el relato se reconfiguraba en el oyente, punto en común entre las clases: la pareja mayor, dueños de estancia; la pareja de misteriosos visitantes, adultos; y la niña de la casa, adoptada; revelan los sueños que nacieron en la era de las telenovelas y su influencia como parte de la penetración cultural que accionan el hecho constructivo del imaginario y los desvíos que propone el foco en la ilusión, en un ambiente endogámico que detona con diversas resonancias. El relato oído alimenta un romanticismo en el que cada personaje fantasea e imagina el objeto del deseo.

 

Las Bingueras de Eurípides de Ana López Segovia por Ana Abregú

Suerte, risas y mucho bingo. ¡Prepárense para gritar '¡Bingo!'! La emoción del dabber.

[Lema popular]

 

Divertida propuesta que remite a diversos estilos teatrales, así como referentes eclécticos.

Dionisia –Mar Bell Vazquez–, mito griego, baja a la tierra; y como el primigenio, se aboca a remover la estructura social conmoviendo la forma tradicional de subyugación de mujeres. Dionisio toma cuerpo de mujer para acompañar el proceso de empoderamiento. Eco entre formatos que se extienden entre géneros de humor basado en la expresividad corporal y diálogo punzante.

(Foto tomada de Internet)

Mi novia del futuro de Anto Van Ysseldyk por Ana Abregú

«¡Como si se pudiera matar el tiempo sin herir a la eternidad!».

(Henry David Thoreau)

 

El viaje en el tiempo es un tópico complejo, sobre todo durante una obra teatral, donde la comparación entre temporalidad se debe resolver en un espacio reducido. Esta situación se metaforiza en un escenario con elementos de luz y desplazamientos en espiral, haciendo y deshaciendo el tiempo en el espacio, tal como se define el tiempo mismo, una tela, una autopista peraltada.

 

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