Rodolfo Walsh “se iba” entre tintas y balas

Tununa Mercado y Cristina Iglesias en el marco de las Jornadas Literarias en MALBA, noviembre 2017. Incluye el video de la presentación.

 

Cómo leer a Walsh varias décadas después ha sido acaso la consigna subrepticia que impregnó el ánimo de quienes organizamos las Jornadas Rodolfo Walsh. Cómo leer esa escritura que con modulaciones propias atraviesa espacios diversos impactando con su producción de sentidos y la eficacia de una grafía, han sido los interrogantes que trajeron los lectores de Walsh y una audiencia atenta, atentísima.

Las respuestas vacilaron, se debatieron y discutieron, ante los desplazamientos y cruces entre antiperonismo y montoneros, entre vida, literatura, periodismo, política, militancia de acción, teoría política, estrategias para un proyecto de país o la pregunta “qué será de la belleza de Rodolfo ahora”, como escribe Juan Gelman, versos que leyó Roberto Ferro.

Cristina Iglesia y Tununa Mercado iluminaron con sus lecturas y experiencias esos interrogantes. La inquietud de la mirada, el detenimiento, el recorte, la lectura infinitesimal del objeto que aborde –río, carnaval, escucha telefónica, género literario, trayectoria de una bala, institución, situación política- y los modos de estructurar esas percepciones de Rodolfo Walsh, se ven y se escuchan en el conversatorio entre ellas.

Cristina Iglesia asedia las crónicas que el escritor y el fotógrafo Pablo Alonso produjeron para Panorama, mediante un montaje peculiar, y en esa lectura, Cristina despliega la problemática de la poética y la metaposición escrituraria de Walsh.

Tununa Mercado fue amiga del escritor, amiga de sus mujeres, compartió con él un grupo de amigos. Su emotivo testimonio está atravesado por esa experiencia y por el señalamiento de la singularidad de Walsh de percibir el mundo y de concebir la escritura como un arma para producir la transformación.

Las voces claras, pausadas, tanto para leer la belleza como para introducirnos en esa noche negra de la historia argentina, de Cristina y Tununa construyen un Walsh que parecería que percibe más, que lee más, que ve más, que se adelanta a los acontecimientos. Una mirada que, situada más allá, contiene ternura, un legado que, en un clima de violencia, trasunta humanidad.

“-¡Vos crees Rodolfo que vamos a volver a estar juntos? –No lo creo”, porque el escritor “atrapado en los lugares” no se va sino “se iba”.

VIDEO del encuentro. : https://youtu.be/vIPqwoeU0jQ

 

 

Video de presentación de las Jornadas: Silvana Lopez y Noé Jitrik: https://youtu.be/YgHF3xpzgaI

 

DESTACADOS

¿Puede una IA escribir con la profundidad de un ser humano o hacer literatura?

Llevo días escuchando dos palabras como si fueran un mantra que define a la IA, conceptualmente distorsionados y desemboca en conclusiones equívocas.

Las palabras: algoritmo y probabilidad.

Algunos datos técnicos no vienen mal para acercar la comprensión sobre qué es la IA.

Imaginen tener una agenda, que tiene solapas con el alfabeto (se ven en librerías de papel), hay una búsqueda con ese criterio alfabético. Ahora, dentro de cada letra, otra agenda, de nuevo con la organización alfabética, y dentro de esta otra, y así. Para una búsqueda dentro de esta organización,  igualmente con el criterio de orden alfabético (espero estén advirtiendo la dificultad de recorridos), siempre empezando desde la A y abriéndose camino en las diferentes agendas, unas dentro de otras; un árbol de datos. Esto es un algoritmo que con la velocidad actual de los chips no parece complicado. Sumemos la predicción: la probabilidad que habiendo entrado con una letra, la próxima sea alguna determinada. Por ejemplo, entro con una consonante, hay más probabilidad que la próxima sea una vocal. Con ello empiezo una búsqueda ahorrando entrar por consonantes y con eso reduje el “camino” a 5 vocales. Es un ejemplo algo burdo, pero ilustra las dos palabras: algoritmo y probabilidad. Los algoritmos de búsqueda están muy afinados a raíz de la tecnología blockchain de las Criptos.

PERSONAJES

Florecidos miles de estallidos

Sergio Ojeda Barías, Berlín. Santiago de Chile: Mago Editores, 2024.

[Un libro de Sergio Ojeda Barías (Puerto Natales, 1965) es un acontecimiento en este siglo. De Pedazo de mundo (2000) a Tardanza del fuego (2007), Berlin es un libro introspectivo, para celebrar, para transitar entre los poemarios escritos reescribiéndolos. Este poeta chileno crea campos magnéticos en que las palabras vibran y los cuerpos también. Berlin es un libro de la esperanza, de una vida por delante, de una obra como horizonte].

La primera vez que tuve noticias de Sergio Ojeda Barías fue en 2016. Eran mis años de la avidez literaria, tenía varios cuadernos de proyectos de poemas, no conocía a nadie que publicara ni que enloqueciera con la literatura. MAGO Editores publicitaba unos talleres de poesía semanales impartidos por el referido. No recuerdo exactamente el día, pero después de la oficina, tenía esa reunión de poesía, un ese espacio vista Pio Nono (la vereda desde la que estuve mirando por más de un lustro), Piso Diez, como la altura en la que se desarrollaba, fue el nombre que Max González le dio al taller. Recuerdo a otros talleristas, Cristian y Francisco. Nunca más los volví a ver: uno parecía un buen lector de poesía y literatura chilena y el otro trabajaba como captador de clientes en una ISAPRE. Yo había tenido la experiencia de talleres en la SECH (Sociedad de Escritores de Chile), pero estaba lejos de una voz poética (¿lo sigo estando?).

 

 

DRAMATURGIA

Bajo un manto de estrellas de Manuel Puig por Ana Abregú

“Una especie de solidaridad tácita une a los extraviados y a los solitarios”

“Una revolución en las costumbres” en Bye-Bye, Babilonia, crónicas de Nueva York, Londres y París.

 

 

En esta obra se siente “una especie de solidaridad entre extraviados”, “es exactamente como lo imaginé”, se dirá recursivamente en la obra. La frase describe el sino de la época: la educación sentimental  provenía de escuchar la novela radial; el relato se reconfiguraba en el oyente, punto en común entre las clases: la pareja mayor, dueños de estancia; la pareja de misteriosos visitantes, adultos; y la niña de la casa, adoptada; revelan los sueños que nacieron en la era de las telenovelas y su influencia como parte de la penetración cultural que accionan el hecho constructivo del imaginario y los desvíos que propone el foco en la ilusión, en un ambiente endogámico que detona con diversas resonancias. El relato oído alimenta un romanticismo en el que cada personaje fantasea e imagina el objeto del deseo.

 

Las Bingueras de Eurípides de Ana López Segovia por Ana Abregú

Suerte, risas y mucho bingo. ¡Prepárense para gritar '¡Bingo!'! La emoción del dabber.

[Lema popular]

 

Divertida propuesta que remite a diversos estilos teatrales, así como referentes eclécticos.

Dionisia –Mar Bell Vazquez–, mito griego, baja a la tierra; y como el primigenio, se aboca a remover la estructura social conmoviendo la forma tradicional de subyugación de mujeres. Dionisio toma cuerpo de mujer para acompañar el proceso de empoderamiento. Eco entre formatos que se extienden entre géneros de humor basado en la expresividad corporal y diálogo punzante.

(Foto tomada de Internet)

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