De la intensidad

Crónica del primer día, Jornadas Julio Cortázar en el MALBA, noviembre 2018.

 

Promediando las Jornadas, se habló de la intensidad. Esa palabra, tal vez, fue la mejor dicha para definir lo que estaba ocurriendo.

 

Promediando las Jornadas, se habló de la intensidad. Esa palabra, tal vez, fue la mejor dicha para definir lo que estaba ocurriendo.

Pensando en ello, en su aparición alumbradora para este encuentro, como un explorador que se plantea que por algún lado hay que empezar, busqué su origen etimológico.

Es en el latín donde se encuentra la raíz de la palabra intensidad. Copio: “…es fruto de la suma o unión de tres partículas claramente diferenciadas: el prefijo ‘in’ que equivale a ‘hacia dentro’, el vocablo ‘tensus’ que es sinónimo de ‘extendido’ y finalmente el sufijo ‘dad’ que significa ‘cualidad’”[1].

Debía navegar entonces por esa triple corriente (hacia dentro, extendido y de la cualidad).

Iniciando con la pregunta, ¿cuándo surge el ‘hacia dentro’?

En primer lugar, con el gesto: la convocatoria a reunirnos para hablar, para escuchar hablar, sobre la obra de Julio Cortázar. La cita, la biblioteca del MALBA.

Una lluvia sostenida, el primer día, me recordó el “El aplastamiento de las gotas”[2]. Casi creí que lo escuchaba (su voz es inconfundible) en mi camino hacia las Jornadas.

Enseguida, la apertura –a cargo de Noé Jitrik y Roberto Ferro–; luego la primera mirada que aportó Mario Goloboff. Ambos momentos condensaron de inmediato ese ‘hacia dentro’ que, contrastaba tan fantásticamente con un afuera de gotas que brotan en el marco y ahí mismo se tiran.

Ese trayecto, retratando perfiles, modos de lectura de un Cortázar vigente, se continuó en la mesa a cargo de Florencia Abbate y Alejandra Torres (cómo lamentamos la ausencia de Sylvia Saitta); y la continuidad de un pasaje, de un puente abierto para ir hacia esos otros lugares donde nos puede llevar la lectura de la obra de JC.

Ir hacia otros lugares, pero siempre desde este hacia dentro, lo que brinda el primer atisbo para la palabra, luego pronunciada: intensidad.

Una travesía sobre su biografía y sobre su vasta obra (que trasciende por mucho las conocidas) se condensa en el libro que presentaron, a continuación, Lucio Aquilante y Federico Barea. Un libro que tengo aquí, al costado de mi computadora mientras escribo y que de tanto en tanto, acaricio. Una Bio-Bibliografía esencial. Un texto diseñado y editado con la pasión (bienvenida locura) y el esmero de estos dos bibliófilos, y que conjuga y continua lo tan claramente planteado unos minutos antes por Alejandra Torres, esa íntima relación entre Julio Cortázar y la visualidad.

Faltaba aún una mesa, pero hubo tiempo para un breve descanso. Algunos fueron por un café; otros simplemente constatamos que afuera, por fin, había dejado de llover. Adiós gotas. Adiós, creo que alcancé a oír mientras pensaba en esto de que nos íbamos adentrando en el bien adentro; aunque todavía no se había pronunciado, la intensidad era ya un balbuceo.

Creo que fue con Luis Gusmán, y una conversación luego de su lectura que se prolongó esquivando la hora del cierre, cuando se produce eso definitivo y profundo. Por eso, se demoró el final, como cuando se demora desde el placer un regreso, extendiendo el instante.

Tempus instans. El instante y la intensidad.

Tal vez agregaría a todo esto Cortazár: pensemos que a un escritor no se le juzga solamente por el tema de sus cuentos o sus novelas, sino por su presencia viva en el seno de la colectividad, por el hecho de que el compromiso total de su persona garantía indesmentible de la verdad y de la necesidad de su obra, por más ajena que ésta pueda parecer a las circunstancias del momento.

Pero esto lo está diciendo anticipándose, como si de antemano ya supiera de qué tratará el segundo encuentro.



[1]  Definición de intensidad (https://definicion.de/intensidad/)

[2] En Historias de Cronopios y de famas.

 

Ver Videos del primer día: A la Deriva

Lucio Aquilanti, "Julio Cortázar en imágenes y palabras. Aspectos desconocidos de su vida y su obra"

Federico Barea, "Boxear con las sombras, Cortázar y los escritores argentinos"

Luis Gusmán, "Cortázar citado"

 




DESTACADOS

¿Puede una IA escribir con la profundidad de un ser humano o hacer literatura?

Llevo días escuchando dos palabras como si fueran un mantra que define a la IA, conceptualmente distorsionados y desemboca en conclusiones equívocas.

Las palabras: algoritmo y probabilidad.

Algunos datos técnicos no vienen mal para acercar la comprensión sobre qué es la IA.

Imaginen tener una agenda, que tiene solapas con el alfabeto (se ven en librerías de papel), hay una búsqueda con ese criterio alfabético. Ahora, dentro de cada letra, otra agenda, de nuevo con la organización alfabética, y dentro de esta otra, y así. Para una búsqueda dentro de esta organización,  igualmente con el criterio de orden alfabético (espero estén advirtiendo la dificultad de recorridos), siempre empezando desde la A y abriéndose camino en las diferentes agendas, unas dentro de otras; un árbol de datos. Esto es un algoritmo que con la velocidad actual de los chips no parece complicado. Sumemos la predicción: la probabilidad que habiendo entrado con una letra, la próxima sea alguna determinada. Por ejemplo, entro con una consonante, hay más probabilidad que la próxima sea una vocal. Con ello empiezo una búsqueda ahorrando entrar por consonantes y con eso reduje el “camino” a 5 vocales. Es un ejemplo algo burdo, pero ilustra las dos palabras: algoritmo y probabilidad. Los algoritmos de búsqueda están muy afinados a raíz de la tecnología blockchain de las Criptos.

PERSONAJES

Florecidos miles de estallidos

Sergio Ojeda Barías, Berlín. Santiago de Chile: Mago Editores, 2024.

[Un libro de Sergio Ojeda Barías (Puerto Natales, 1965) es un acontecimiento en este siglo. De Pedazo de mundo (2000) a Tardanza del fuego (2007), Berlin es un libro introspectivo, para celebrar, para transitar entre los poemarios escritos reescribiéndolos. Este poeta chileno crea campos magnéticos en que las palabras vibran y los cuerpos también. Berlin es un libro de la esperanza, de una vida por delante, de una obra como horizonte].

La primera vez que tuve noticias de Sergio Ojeda Barías fue en 2016. Eran mis años de la avidez literaria, tenía varios cuadernos de proyectos de poemas, no conocía a nadie que publicara ni que enloqueciera con la literatura. MAGO Editores publicitaba unos talleres de poesía semanales impartidos por el referido. No recuerdo exactamente el día, pero después de la oficina, tenía esa reunión de poesía, un ese espacio vista Pio Nono (la vereda desde la que estuve mirando por más de un lustro), Piso Diez, como la altura en la que se desarrollaba, fue el nombre que Max González le dio al taller. Recuerdo a otros talleristas, Cristian y Francisco. Nunca más los volví a ver: uno parecía un buen lector de poesía y literatura chilena y el otro trabajaba como captador de clientes en una ISAPRE. Yo había tenido la experiencia de talleres en la SECH (Sociedad de Escritores de Chile), pero estaba lejos de una voz poética (¿lo sigo estando?).

 

 

DRAMATURGIA

Bajo un manto de estrellas de Manuel Puig por Ana Abregú

“Una especie de solidaridad tácita une a los extraviados y a los solitarios”

“Una revolución en las costumbres” en Bye-Bye, Babilonia, crónicas de Nueva York, Londres y París.

 

 

En esta obra se siente “una especie de solidaridad entre extraviados”, “es exactamente como lo imaginé”, se dirá recursivamente en la obra. La frase describe el sino de la época: la educación sentimental  provenía de escuchar la novela radial; el relato se reconfiguraba en el oyente, punto en común entre las clases: la pareja mayor, dueños de estancia; la pareja de misteriosos visitantes, adultos; y la niña de la casa, adoptada; revelan los sueños que nacieron en la era de las telenovelas y su influencia como parte de la penetración cultural que accionan el hecho constructivo del imaginario y los desvíos que propone el foco en la ilusión, en un ambiente endogámico que detona con diversas resonancias. El relato oído alimenta un romanticismo en el que cada personaje fantasea e imagina el objeto del deseo.

 

Las Bingueras de Eurípides de Ana López Segovia por Ana Abregú

Suerte, risas y mucho bingo. ¡Prepárense para gritar '¡Bingo!'! La emoción del dabber.

[Lema popular]

 

Divertida propuesta que remite a diversos estilos teatrales, así como referentes eclécticos.

Dionisia –Mar Bell Vazquez–, mito griego, baja a la tierra; y como el primigenio, se aboca a remover la estructura social conmoviendo la forma tradicional de subyugación de mujeres. Dionisio toma cuerpo de mujer para acompañar el proceso de empoderamiento. Eco entre formatos que se extienden entre géneros de humor basado en la expresividad corporal y diálogo punzante.

(Foto tomada de Internet)

No te pierdas ésto

Gotas