Uno de estos días le voy a escribir a Roberto. Hace mucho que no le hablo. Hace mucho que no leo, que no escribo.
Hace unos días me senté en un parque, sola, sola, ¿después de cuánto tiempo? Sin nada en la mente. Reconocí que en otro tiempo, ese hubiera sido el momento de estar escribiendo en mi cabeza algo que después pasaría a la computadora y le enviaría a Roberto para leer en nuestro próximo encuentro.
Hace unos días empecé a escribir un texto, que pensé que podría interesarle, que se lo voy a mandar cuando lo termine, algún día de estos.
No es un cuento, no es un poema, no es la práctica literaria que él incentivó cada vez que hablamos. Tímida y enjuta, pero suficiente excusa para hablar de literatura, para intercambiar libros. Es otra cosa, pero podría interesarle.
Voy a escribirle para ver como está y comentarle cosas que no son ficción.
Pero a alguno de estos días se los llevó como un vendaval el transcurrir normal, aliterario, de la vida; el trabajo de oficina, la falta de tiempo libre; o más bien, de mente libre.
Y ayer me llegó la noticia, sin aviso previo, de que no voy a poder ya escribirle, ni enviarle cuentos, ni poemas.
Hoy despido a mi profesor, mi mentor y mi amigo, y tal vez también a la versión de mí que había aprendido de él cierto oficio del escribir y a “tratar con ternura” a sus textos.
Adiós, Roberto.
www.metaliteratura.com.ar
Literatura latinoamericana

Nació en Adrogué, en la zona sur del conurbano bonaerense, en 1984 y fue donde escribió por primera vez en una revista, el pasquín literario Mitin, de producción independiente. Más adelante empezó a publicar algunos textos en su blog, http://fragmentosdecosasincompletasdehecho.blogspot.com.ar/, y luego también en http://juliamilanese.wordpress.com/ donde actualmente sube sus artículos.
Está terminando la carrera de Letras en la UBA y es colaboradora en la revista de viajes, Roomin.
“Una especie de solidaridad tácita une a los extraviados y a los solitarios”
“Una revolución en las costumbres” en Bye-Bye, Babilonia, crónicas de Nueva York, Londres y París.
En esta obra se siente “una especie de solidaridad entre extraviados”, “es exactamente como lo imaginé”, se dirá recursivamente en la obra. La frase describe el sino de la época: la educación sentimental provenía de escuchar la novela radial; el relato se reconfiguraba en el oyente, punto en común entre las clases: la pareja mayor, dueños de estancia; la pareja de misteriosos visitantes, adultos; y la niña de la casa, adoptada; revelan los sueños que nacieron en la era de las telenovelas y su influencia como parte de la penetración cultural que accionan el hecho constructivo del imaginario y los desvíos que propone el foco en la ilusión, en un ambiente endogámico que detona con diversas resonancias. El relato oído alimenta un romanticismo en el que cada personaje fantasea e imagina el objeto del deseo.
Las Bingueras de Eurípides de Ana López Segovia por Ana Abregú
Suerte, risas y mucho bingo. ¡Prepárense para gritar '¡Bingo!'! La emoción del dabber.
[Lema popular]
Divertida propuesta que remite a diversos estilos teatrales, así como referentes eclécticos.
Dionisia –Mar Bell Vazquez–, mito griego, baja a la tierra; y como el primigenio, se aboca a remover la estructura social conmoviendo la forma tradicional de subyugación de mujeres. Dionisio toma cuerpo de mujer para acompañar el proceso de empoderamiento. Eco entre formatos que se extienden entre géneros de humor basado en la expresividad corporal y diálogo punzante.
(Foto tomada de Internet)
Mi novia del futuro de Anto Van Ysseldyk por Ana Abregú
«¡Como si se pudiera matar el tiempo sin herir a la eternidad!».
(Henry David Thoreau)
El viaje en el tiempo es un tópico complejo, sobre todo durante una obra teatral, donde la comparación entre temporalidad se debe resolver en un espacio reducido. Esta situación se metaforiza en un escenario con elementos de luz y desplazamientos en espiral, haciendo y deshaciendo el tiempo en el espacio, tal como se define el tiempo mismo, una tela, una autopista peraltada.
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