Hoy y todos

Laura Rotundo, escritora, argentina.

Ásperas aspas de hierro amenazan con cortar el aire en mil pedazos. El viento espera. La sed arrecia. Como si la mañana no hubiese sido parecida a las anteriores, intentó realizar un listado mental de las distintas tareas, emblema de pájaros y años de mujer. Romper con las divisiones del deseo y del deber era una de las cosas que más le costaba a la hora de pensar su vida como un trozo de existencia, de permanencia, de transición, de aire, de paz.

La vida incólume cubría, con sus mantos de polvo, la seda de las pieles pululantes y recién estrenadas, las pieles ajadas y reídas, las brillantes y esbeltas acomodadas por mil cuchillos. Las otras también.

Caos y estigma. Desorden plural de aguas turbias. Pasto secas. Espasmos. Allá una flor lo ensombrece; más acá su perfume perturba lo invisible.

Los destellos se apelmazaban en sus ojos como gotas de hierro o de arena. Las imágenes de lo posible y lo imposible abundaban en su corazón raído, entrenado para aguantar pero trastocado por el dolor de una realidad inalterable y cruenta. Amalgama tersa y suave.

El odio no lograba acabar completamente con todo -como siempre- y sin embargo lo invade y lo destruye. Reverbera, reverdea. No logra expandirse… ¡una lástima! y siempre así de lamentos y cursilerías.

Estrechaba los cantos endeudados de sal, al tiempo que todo parecía seguir como si nada hubiese pasado, como si no; como si cuanto si donde si aquel. Danza macabra de escobas y trapos, de ingenio y deseo, de amor y de miel; pero su cuerpo cruje nimiedades y en un instante de desmesura baila alegrías y flores, y todo es maravilloso y suave, y anémonas y frescura. Música de pensar abrazos y lograrlo.

-Correme las silla- gruñó tomando con la otra mano su cadera tensa.

El piso sucio. El libro abierto siempre en la misma página. El agua espera en el balde azul.

 

Agazapada e insidiosamente inocente, su mirada todavía sueña.

 

 

    Estudiante de Letras en la UBA. Profesora de Lengua y Literatura en secundarios y en el Instituto de Formación docente N59 de General Madariaga. En Madariaga, coordina un espacio cultural que incluye biblioteca y taller literario

DESTACADOS

Almas de Griselda Gambaro por Ana Abregú

Soy una multitud. Cuando pienso o siento, ignoro quién piensa o siente.

 

[Fernando Pessoa].

 

Almas presenta  un intenso monólogo en el que la protagonista, Marion, entabla un diálogo consigo misma.

Marion ejecuta una impresionante transmutación al encarnar alternadamente voces que son un diálogo consigo misma; una forma de neutralizar la decepción que le produce las contradicciones de su realidad; logrado con una actuación de gran complejidad y profundidad. 

PERSONAJES

Electrónica de Enzo Maqueira

No creo en la eterna adolescencia. Ni en la vida ni en la música. El que se escuda ahí es porque se resiste a crecer.

 

[Juan Carlos Baglietto]

 

La novela se caracteriza por la compleja narración que combina la primera y la segunda persona para retratar la experiencia íntima y fragmentada de su protagonista, La profesora que se enamora del alumno adolescente. Este vínculo, más allá de ser una relación truncada, simboliza el cierre de una prolongada adolescencia propia de una generación de clase media argentina educada en los años 90. 

DRAMATURGIA

FRIDAS de Cristina Escofet por Ana Abregú

Yo habito la grieta entre lo que soy y lo que digo ser.

 

[Silvia Plath]

 

La obra comienza con Ana Yovino, presentando a Frida, un encuentro profundo entre la destreza del cuerpo actoral y la tradición mexicana de la muerte, en un cruce entre memoria, cuerpo y poesía.

Yovino baila en traje blanco y máscara de calavera, en una apertura que establece el vínculo con la ancestral celebración del Día de Muertos, donde la muerte se acepta y se honra con una estética que gira en torno a la calavera como emblema de transformación y reconciliación con el ciclo vital.

 

Almas de Griselda Gambaro por Ana Abregú

Soy una multitud. Cuando pienso o siento, ignoro quién piensa o siente.

 

[Fernando Pessoa].

 

Almas presenta  un intenso monólogo en el que la protagonista, Marion, entabla un diálogo consigo misma.

Marion ejecuta una impresionante transmutación al encarnar alternadamente voces que son un diálogo consigo misma; una forma de neutralizar la decepción que le produce las contradicciones de su realidad; logrado con una actuación de gran complejidad y profundidad. 

Dichas y desdichas del juego y devoción por la virgen por Ana Abregú

El teatro es un espejo que pone delante de los hombres a la realidad, con todas sus grandezas y sus miserias

[Lope de Vega]

 

El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.

[Williams Shakespeare].

 

Comedia alegórica con estructura del Siglo de oro español, y conexiones con el universo shakespereano. Comedia aurisecular escrita por Ángela de Azevedo, con la adaptación de Julieta Soria. En esta obra, el escenario se convierte en un tablero de juego donde el Demonio y la Virgen juegan con el futuro, simbolizando una batalla entre ambas fuerzas sobre el destino y la fe. La representación incluye elementos de juego y conflicto entre figuras religiosas, combinando temas de azar, fe y amor en la trama. También en contacto con El pleito del Demonio con la Virgen, de diversos autores, siendo la más común atribución a Francisco de Rojas Zorrilla (1607-1648), importante dramaturgo del Siglo de Oro español.

 

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