EL PALACIO DE LA LUNA

Los narradores norteamericanos en boga, narran en primera persona y cuentan historias entretenidas, sin complicarse la vida con la perspectiva del narrador y todas esas gabelas que caracterizaron a la novela de mediados de siglo ( hoy pasado).

En El palacio de la luna nos enfrentamos a un narrador personaje. Marco Fogg (M) da cuenta de su vida, interesando al lector para acompañarlo hasta la última página. Se trata de la vida de un muchacho huérfano que vive con su tío Víctor, músico itinerante, y el que también muere repentinamente, dejando al protagonista abandonado y vacío. Las primeras páginas de la novela dan cuenta de la soledad de M y del tiempo que vive en un parque como un enajenado que no espera nada por la vida. Afortunadamente, es encontrado por su amigo de universidad Zimmer, quien, junto a kitty (otra amiga del pasado), lo trasladan a vivir al departamento de Zimmer. Una vez restablecida su salud mental y física, consigue un empleo que consiste en sacar a pasear al paralítico ciego Thomas Effing. El viejo resulta de un vigor psicológico impresionante, envuelve y activa la vida anímica de M con increíbles historias que dan cuenta de su pasado. El viejo Effing asegura haberse cambiado el nombre, después de saberse muerto, dejando así mujer e hijo para comenzar una nueva vida con otro nombre y otra circunstancia. Sabe que ha dejado un hijo, pero desconoce su suerte. Pero una vez con M, se pone en contacto con él, a fin de dejarle sus bienes porque está consciente de que va a morir pronto. El ciego le pide a M que escriba las memorias de su vida mientras se las cuenta, para que después, una vez muerto las publique, bajo la más absoluta convicción de que resultarán interesantes. Sucede tal como lo ha pensado y programado el obsesivo Effing, muere el día esperado, dejándole dinero también a M, quien tras su muerte se pondrá en contacto con Barber, que corresponde al nombre del hijo del ciego, para entregarle el testamento de su padre. Andando las cosas, de esta caja de sorpresas inagotable, se llega a la conclusión que Effing es su abuelo y que Barber su padre, etc,. La puntada es larga, pero entretenida y resulta convincente hasta la última página. Lllama la atención la simplicidad para contar de este narrador y nos preguntamos dónde está la gracia, la sal que mantiene expectante al lector, puesto que la perspectiva de narrador es sencillamente plana. Funciona tal vez como una especie de caja de Pandora, de donde se saca una historia tras otra, ante la mirada asombrada del lector.

DESTACADOS

Almas de Griselda Gambaro por Ana Abregú

Soy una multitud. Cuando pienso o siento, ignoro quién piensa o siente.

 

[Fernando Pessoa].

 

Almas presenta  un intenso monólogo en el que la protagonista, Marion, entabla un diálogo consigo misma.

Marion ejecuta una impresionante transmutación al encarnar alternadamente voces que son un diálogo consigo misma; una forma de neutralizar la decepción que le produce las contradicciones de su realidad; logrado con una actuación de gran complejidad y profundidad. 

PERSONAJES

Electrónica de Enzo Maqueira

No creo en la eterna adolescencia. Ni en la vida ni en la música. El que se escuda ahí es porque se resiste a crecer.

 

[Juan Carlos Baglietto]

 

La novela se caracteriza por la compleja narración que combina la primera y la segunda persona para retratar la experiencia íntima y fragmentada de su protagonista, La profesora que se enamora del alumno adolescente. Este vínculo, más allá de ser una relación truncada, simboliza el cierre de una prolongada adolescencia propia de una generación de clase media argentina educada en los años 90. 

DRAMATURGIA

Almas de Griselda Gambaro por Ana Abregú

Soy una multitud. Cuando pienso o siento, ignoro quién piensa o siente.

 

[Fernando Pessoa].

 

Almas presenta  un intenso monólogo en el que la protagonista, Marion, entabla un diálogo consigo misma.

Marion ejecuta una impresionante transmutación al encarnar alternadamente voces que son un diálogo consigo misma; una forma de neutralizar la decepción que le produce las contradicciones de su realidad; logrado con una actuación de gran complejidad y profundidad. 

Dichas y desdichas del juego y devoción por la virgen por Ana Abregú

El teatro es un espejo que pone delante de los hombres a la realidad, con todas sus grandezas y sus miserias

[Lope de Vega]

 

El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.

[Williams Shakespeare].

 

Comedia alegórica con estructura del Siglo de oro español, y conexiones con el universo shakespereano. Comedia aurisecular escrita por Ángela de Azevedo, con la adaptación de Julieta Soria. En esta obra, el escenario se convierte en un tablero de juego donde el Demonio y la Virgen juegan con el futuro, simbolizando una batalla entre ambas fuerzas sobre el destino y la fe. La representación incluye elementos de juego y conflicto entre figuras religiosas, combinando temas de azar, fe y amor en la trama. También en contacto con El pleito del Demonio con la Virgen, de diversos autores, siendo la más común atribución a Francisco de Rojas Zorrilla (1607-1648), importante dramaturgo del Siglo de Oro español.

 

El 24 a la noche de Andrés Terigi por Ana Abregú

Dale una máscara y te dirá la verdad.

Oscar Wilde.

El formato de esta obra relaciona tradiciones desde una perspectiva panóptica. El personaje que recibe al público remite a la frase “te voy a contar una de piratas”: la obra comienza con el ingreso del primer espectador, haciendo de este personaje un mediador o “guardián” lúdico del discurso teatral, que introduce al público en un mundo de ficción cargado de significados.

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