Exposición en Buenos Aires.

invita a usted a la inauguraciòn de la exposición de las pinturas de artista EDUARDO NEWARK que se realizará el jueves 26 de mayo a partir de las 19:00 hs.

En su primera serie de obras, Eduardo Newark parece querer adentrarse en algo esencial al ser humano: la esencia de la soledad. Ya sea la soledad de un comensal, la de un quirófano (cuyos tres protagonistas están juntos pero totalmente desvinculados entre sí), la de un hombre mirando su imagen en el espejo rodeado por sus fantasmas, o aquel atado de pies y manos frente a sus captores, privado de la libertad de moverse y de hablar. Esa misma imposibilidad la encontramos en aquella figura cuya lengua está atornillada al piso. En un desarrollo posterior, las imágenes que nos presenta Newark en esta muestra habitan el concepto de ambigüedad: por un lado, son obras de contornos definidos, de contrastes fuertes. La claridad de la apariencia no parece perturbarnos. Sin embargo, hay un trasfondo en esas figuras satisfechas de sí mismas que se evade de la mirada naturalista, y nos inquieta. Lo inquietante también está presente en las obras que muestran relaciones entre mujeres, donde el gesto y la mirada cobran un valor preponderante al insinuar que hay algo más de lo que se ve. Las pinturas nos muestran gente que ha llegado a tener lo que muchos aspiran: una casa en un country con muñeca incluída; un automóvil todo-terreno que habitualmente se usa en uno solo: el asfalto; una familia de cuatro integrantes en sus blanquísimas reposeras; un grupo de pertenencia de cultores de cuerpos al sol. Y todos ellos posan. Posan para quien quiera mirarlos, como quien llega al podio con un trofeo. Tratando de retener ese instante, de congelarlo. Como esas fotos de pescadores, retratándose al lado de pescados descomunales. Donde el asunto no es qué hacer con el pescado, sino cómo dejar debidamente registrada la ocasión y testimoniar que esa hazaña alguna vez tuvo lugar. Ahora, ¿la verdad y la apariencia son opuestos? La indagación científica sostiene que hay que atravesar la falsa apariencia para llegar a la verdad oculta. Otros, desde el psicoanálisis, postulan que son dos caras de la misma cosa. Que el semblante es el ser. No hay otra cosa que el semblante. Lo que está, está a la vista. Detrás, no hay nada. Franklin Bogosian Crítico de arte ¿Cuál es el truco creativo que se juega en Newark? Psicoanalista, dibujante, cineasta de buenos cortos, y pintor. Y pinta bueno. Quizá el truco esté en la ironía con que dibuja exhibicionistas mirones con facha de decir: Adelante, damas y caballeros. Niños también. Mucho gusto que nos vean. Exposición especular en que miramos cómo los mirones miran que estamos mirándolos cómo ellos miran. Fascinación irónica y sutil, que trasparenta -y éste es el arte de este pintor- un tiempo de obscenidad que debiera ser recuerdo. Pero persiste. Vale la pena no irse al mazo, ojear las cartas y atender el juego. Fernando Ulloa Psicoanalista En este nuevo trabajo, Newark nos hace oficio del duelo, del celo, del pigmento que pueda burlarse. Refinada pasión de Eduardo, que detecta hermosura en el irresponsable, el que desvive por los anteojos oscuros descartables. Dibujo por soledades, pintura noble para las advertencias. Ocre futuro, plano, y perspectivas en el mismo techo. Vacuna contra el modelo. Una ira domada por los buenos maestros. Un día un pintor se quedó sin pinceles, y puso su cuerpo a rodar sobre los óleos primarios. Luego fue hasta los muros, e imprimió tantas veces sus bordes que terminó con todos sus lamentos. Sólo los pintores pueden arrepintarse luego de arrepentirse. Norman Briski Actor

DESTACADOS

Almas de Griselda Gambaro por Ana Abregú

Soy una multitud. Cuando pienso o siento, ignoro quién piensa o siente.

 

[Fernando Pessoa].

 

Almas presenta  un intenso monólogo en el que la protagonista, Marion, entabla un diálogo consigo misma.

Marion ejecuta una impresionante transmutación al encarnar alternadamente voces que son un diálogo consigo misma; una forma de neutralizar la decepción que le produce las contradicciones de su realidad; logrado con una actuación de gran complejidad y profundidad. 

PERSONAJES

Electrónica de Enzo Maqueira

No creo en la eterna adolescencia. Ni en la vida ni en la música. El que se escuda ahí es porque se resiste a crecer.

 

[Juan Carlos Baglietto]

 

La novela se caracteriza por la compleja narración que combina la primera y la segunda persona para retratar la experiencia íntima y fragmentada de su protagonista, La profesora que se enamora del alumno adolescente. Este vínculo, más allá de ser una relación truncada, simboliza el cierre de una prolongada adolescencia propia de una generación de clase media argentina educada en los años 90. 

DRAMATURGIA

Relatividad de St. Germain dirección Carlos Rivas por Ana Abregú

El universo no explica el amor, pero el amor explica el universo.

 

[Octavio Paz]

 

Albert Einstein se encontraba exiliado en Estados Unidos en un contexto marcado por las secuelas inmediatas de la Segunda Guerra Mundial, específicamente en 1949. Este ambiente posbélico, cargado con la estela del conflicto global y el reciente estallido de la bomba atómica, genera una atmósfera de tensión y sospecha en torno a la figura del científico, a quien se le reconoce como un genio, pero cuya procedencia alemana produce desconfianza en el país de acogida. 

FRIDAS de Cristina Escofet por Ana Abregú

Yo habito la grieta entre lo que soy y lo que digo ser.

 

[Silvia Plath]

 

La obra comienza con Ana Yovino, presentando a Frida, un encuentro profundo entre la destreza del cuerpo actoral y la tradición mexicana de la muerte, en un cruce entre memoria, cuerpo y poesía.

Yovino baila en traje blanco y máscara de calavera, en una apertura que establece el vínculo con la ancestral celebración del Día de Muertos, donde la muerte se acepta y se honra con una estética que gira en torno a la calavera como emblema de transformación y reconciliación con el ciclo vital.

 

Almas de Griselda Gambaro por Ana Abregú

Soy una multitud. Cuando pienso o siento, ignoro quién piensa o siente.

 

[Fernando Pessoa].

 

Almas presenta  un intenso monólogo en el que la protagonista, Marion, entabla un diálogo consigo misma.

Marion ejecuta una impresionante transmutación al encarnar alternadamente voces que son un diálogo consigo misma; una forma de neutralizar la decepción que le produce las contradicciones de su realidad; logrado con una actuación de gran complejidad y profundidad. 

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