Reseña semipoética

...Empecé a hojearlo en el subte de regreso a casa. La conexión con su escritura fue tal que casi me paso de estación en el trayecto. Simplemente no podía despegar mi vista de la lectura...

Reseña semipoética de Prematuro. Poemas de noche, de Matías Alvarez Lutereau Por Cecilia Gonzalez Gerardi Estudiante de Letras – UBA celezdi@gmail.com Llegó a mis manos el libro de poesía Prematuro. Poemas de noche, primer libro del joven poeta O. Matías Alvarez Lutereau, publicado por la editorial Aurelia Rivera a principios de 2006. Empecé a hojearlo en el subte de regreso a casa. La conexión con su escritura fue tal que casi me paso de estación en el trayecto. Simplemente no podía despegar mi vista de la lectura. “Tengo que llegar a casa y escribir una reseña”, me dije, y volví a leerlo, deteniéndome en cada poema arrancado de su pluma. Porque si hay algo que puede definir Prematuro... es la desolación convirtiéndose en desgarro en la letra escrita. Aunque éste no sea el desgarro wertheriano ante la amada imposible. No. Este desgarro es de otra naturaleza. “Tengo que llegar a casa y escribir una reseña”, me repetía sin cesar, mientras volvía a surcar sus páginas. Más, ¿cómo apresar en palabras inteligibles esas sensaciones de que inunda su escritura? ¿Cómo hablar en discurso humano de esa profunda intimidad? ¿Del susurro que murmura lejano el saber del mundo? De un mundo que no parece completamente aprehensible. Ni comprensible. Ni siquiera deseable. No de un mundo idealizado por el clásico lema de “la vida es bella”. Habría que inventar la alquimia precisa para producir los términos exactos capaces de aprisionar la esencial filigrana de ese mundo de soledades y desconsuelo de que está hecha su escritura. Mundo desencantado, en el que el yo poético se sumerge con la certeza de pisar en falso. Más pisa en falso con ganas desesperadas, en el también desesperado intento de refutarse a sí mismo. Al entrar en contacto con sus versos la razón se apaga, como si el cuerpo supiera que de allí no vendrá respuesta alguna. Y el alma es tomada por asalto por su franqueza desoladora. El aquí y ahora se plantea como el nunca nostálgico que puede volver a ser de nuevo. Que quiere volver a ser de nuevo. Y que, a veces, lo logra. El yo poético se construye en la incertidumbre del presente. Nace, transcurre, deviene, agoniza y vuelve a renacer empapado en ella. En ese andar sin guía ni destino prefijado. En esas idas y venidas; marchas y detenciones. Vaivén. Las ansias y la pérdida. El éxtasis y la agonía. El tránsito. Quedan las cenizas de un mundo jamás inventado, pero que contiene en sí la potencialidad de ser creado. Queda el deseo de ese otro más allá que se busca incansable, insaciablemente, con la incertidumbre como fiel compañera. El rumor sordo de un NO espetado contra la frente. La marca de una luminosidad apagada, embebida de decires.

    Estudiante de la carrera de Letras en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.

DESTACADOS

Almas de Griselda Gambaro por Ana Abregú

Soy una multitud. Cuando pienso o siento, ignoro quién piensa o siente.

 

[Fernando Pessoa].

 

Almas presenta  un intenso monólogo en el que la protagonista, Marion, entabla un diálogo consigo misma.

Marion ejecuta una impresionante transmutación al encarnar alternadamente voces que son un diálogo consigo misma; una forma de neutralizar la decepción que le produce las contradicciones de su realidad; logrado con una actuación de gran complejidad y profundidad. 

PERSONAJES

Electrónica de Enzo Maqueira

No creo en la eterna adolescencia. Ni en la vida ni en la música. El que se escuda ahí es porque se resiste a crecer.

 

[Juan Carlos Baglietto]

 

La novela se caracteriza por la compleja narración que combina la primera y la segunda persona para retratar la experiencia íntima y fragmentada de su protagonista, La profesora que se enamora del alumno adolescente. Este vínculo, más allá de ser una relación truncada, simboliza el cierre de una prolongada adolescencia propia de una generación de clase media argentina educada en los años 90. 

DRAMATURGIA

Almas de Griselda Gambaro por Ana Abregú

Soy una multitud. Cuando pienso o siento, ignoro quién piensa o siente.

 

[Fernando Pessoa].

 

Almas presenta  un intenso monólogo en el que la protagonista, Marion, entabla un diálogo consigo misma.

Marion ejecuta una impresionante transmutación al encarnar alternadamente voces que son un diálogo consigo misma; una forma de neutralizar la decepción que le produce las contradicciones de su realidad; logrado con una actuación de gran complejidad y profundidad. 

Dichas y desdichas del juego y devoción por la virgen por Ana Abregú

El teatro es un espejo que pone delante de los hombres a la realidad, con todas sus grandezas y sus miserias

[Lope de Vega]

 

El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.

[Williams Shakespeare].

 

Comedia alegórica con estructura del Siglo de oro español, y conexiones con el universo shakespereano. Comedia aurisecular escrita por Ángela de Azevedo, con la adaptación de Julieta Soria. En esta obra, el escenario se convierte en un tablero de juego donde el Demonio y la Virgen juegan con el futuro, simbolizando una batalla entre ambas fuerzas sobre el destino y la fe. La representación incluye elementos de juego y conflicto entre figuras religiosas, combinando temas de azar, fe y amor en la trama. También en contacto con El pleito del Demonio con la Virgen, de diversos autores, siendo la más común atribución a Francisco de Rojas Zorrilla (1607-1648), importante dramaturgo del Siglo de Oro español.

 

El 24 a la noche de Andrés Terigi por Ana Abregú

Dale una máscara y te dirá la verdad.

Oscar Wilde.

El formato de esta obra relaciona tradiciones desde una perspectiva panóptica. El personaje que recibe al público remite a la frase “te voy a contar una de piratas”: la obra comienza con el ingreso del primer espectador, haciendo de este personaje un mediador o “guardián” lúdico del discurso teatral, que introduce al público en un mundo de ficción cargado de significados.

No te pierdas ésto

Gotas