Señales del tacto, Ana Abregú. Esquirlas de oro negro |
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Ana Abregú rastrea variados indicios desafiando límites, rompiendo órdenes e interrogantes encarcelados en los binomios recuerdo-olvido, verdad-absurdo, sospecha-creencia-, certeza-duda. Los minúsculos ligamentos divisorios vida-muerte / muerte-vida protagonizan esta novela de escritura insoldable. Aventura polifónica del afectar y el ser afectado en complicidad macedoniana. Hallazgos, amenazas, instancias voluptuosas narradas mediante recursos laberínticos altamente reflexivos. “Reemplacé el sexo por la pasión del poder sobre las niñas; la hermética lógica del deseo de asimilar las carnes hacía que retrasara el placer de penetrarlas”. Cuanto más fuerte la voluntad de atravesar fronteras, mayor el entusiasmo del personaje: un hombre paradójicamente viejo y a la vez joven, sabio en profanar las partes secretas de una mujer hasta convertirla en Única. Ilona es la fuente, el adagio, el enigma: metáfora de luz. En consonancia con su inmortalidad, más allá de cualquier cronología Él se apasiona por escribirla, aun cuando advierta la marca de sensaciones, temores y palabras escritas por Ella en su cuerpo.
Liliana Heer
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