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El monolito y los monos de Héctor |
“Allí donde hay un interlocutor, un solo interlocutor, allí se constituye un mercado.” Con minúscula, no está de más puntualizar, lejos del Mercado (con mayúscula) y aún más del Supermercado (no lugar anti-literario por excelencia). Ese interlocutor, ahora, estimado lector itálico, es usted. Tiene el privilegio, además, de ser partícipe de la primera traducción a cualquier lengua de este libro único.
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Lectura y escritura como metáfora indecidibles de la ley del género |
Oui, oui, comme je t´approve, la littérature doit rester "insupportable"
Jacques Derrida
Derrida otorga un lugar privilegiado a los textos literarios, pero sus trabajos en ningún caso pertenecen al campo de la crítica literaria, las operaciones y desplazamientos que lleva a cabo escapan y trastornan esa práctica dominada, casi unánimemente, por una voluntad de legibilidad.
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Ricardo Piglia no es Lawrence Olivier, pero... |
La identidad y el nombre de Ricardo Piglia forman parte de una leyenda urbana que circula en los arrabales del mundillo literario argentino ya desde hace años, tomando casi siempre la forma elegida por quien la refiere, otras asumiendo los cambios que le imponen las modas literarias, perdiéndose frecuentemente en el olvido y reapareciendo de cuando en cuando.
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Elio Veneri en Buenos Aires |
Había leído el original de la novela de Elio Veneri Misión O.D.E.S.S.A. - Operación Cielo por sugerencia de mi amigo, el profesor uruguayo Hebert Benítez Pessolano, me sorprendió de tal manera que le ofrecí hacer la contratapa de la edición que estaba en curso.
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La letradura de Antonio Di Benedetto |
Debo comenzar mis palabras con un desvío y con una confesión.
Ante todo el desvío, lo que me propongo examinar aquí es una curiosa derivación terminológica que se produce durante el reinado de Alfonso el Sabio y que afecta a la misma fijación de la voz «literatura» que, sin duda, no se hubiera concebido sin la construcción del orden de la «historia»...
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Escritura y vida en los textos de Julio Cortázar/Un modelo para desarmar |
I – Algunas reglas del juego
El señalamiento de una tensión entre escritura y vida en Julio Cortázar es un lugar común compartido por la crítica literaria, la historia de la literatura y las diversas formas del periodismo cultural, que más allá de los matices considerados en cada oportunidad, aparece como una evidencia incontrovertible; los fundamentos que la avalan parten de una certeza asentada en la garantía que otorga la nitidez con que se advierten notables diferencias entre los imperativos que articularon el campo de su poética literaria, por una parte, y los imperativos que fueron constituyendo su postura social y política, por otra.
Continúa...
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Libertella y yo: encuentro de parroquianos en la Plaza Rivadavia |
No soy una experta en la obra de Libertella. Soy, sí, una persona obsesionada con Libertella; atravesada por él.
Hace una década, mientras cursaba una materia de la Maestría en Estudios Literarios de UNTREF, un profesor nos dio para leer El árbol de Saussure. Una utopía. El texto se me escurría. Ahí, en el ghetto, las palabras no se quedaban quietas. La literatura de Libertella tenía derivas, movimiento; me perdía en esa escritura fuera de sí que desandaba la lengua, que trazaba un camino y lo desplazaba en el mientras tanto. Me iba del libro a otros textos, a imágenes, a la música; y siempre volvía. Quería hacer algo con El árbol pero aún no sabía qué. Había en esas páginas un hermetismo expansivo, una multiplicidad de sentidos que evidenciaba las arborescencias que la literatura es capaz de convocar cuando todo parece cerrarse.
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La escritura, un viaje. Leer levantando la cabeza de María Claudia Otsubo⃰ |
Un lector salteado que se muestra y que se oculta entre sus páginas es el que permite Leer levantando la cabeza de la escritora argentina María Claudia Otsubo; así, aquel del lento venir viniendo se entrega a un juego encadenado de escritura, de lectura de textos de escritoras y escritores, de memorias, de viajes, de música, de colores, de fragmentos, de olor a Buenos Aires ó a mar, la playa de Imbassai, al norte de Brasil.
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Mientras sigamos ardiendo |
“La vida de la vida de la poesía” como una inquietud que Héctor Hernández Montecinos destacaba en un texto suyo aún inédito. A simple vista, la puerta de entrada a un mundo fascinante y espléndido: una vida tras bambalinas de la poesía.
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Mercedes Halfon y una doble captura de Juana Bignozzi |
Mercedes Halfon escribe El trabajo de los ojos. Por otra parte, protagoniza y codirige, junto a Laura Citarella, Las poetas visitan a Juana Bignozzi. Este archivo que reordena con la mirada nos remite a la figura del ojo heredado en una doble dimensión: la herencia familiar del estrabismo (y sus efectos) y la herencia de Bignozzi. Me interesa abordar en estas escrituras ópticas cómo circula la herencia a partir del análisis del inconsciente óptico (Benjamin, 2015) y qué remisiones y fugas entre texto y film pueden iluminar los modos de ver de Halfon como una inversión del ojo soberano, como una anti-biografía, de cómo puede escribirse la historia de una vida a partir de la figura del desvío del ocularcentrismo (Prósperi, 2019).
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Once segundos o el inicio de un mito |
El título de esta novela es un incentivo para despertar el interés del posible lector, puesto que promueve la curiosidad por saber qué podría ocurrir en ese brevísimo lapso de tiempo que no es instantáneo, pues abre un espacio cronológicamente exiguo, pero suficiente para poder asistir a un acontecimiento.
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Poemas de Enzo Carcano |
I.
Dios
Solo este cuerpo
para estar
entre la sombra de los árboles
en la intimidad del agua
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Nocturno en la línea D: Hacé que la noche venga de Leonardo Oyola |
La noche pareciera ser el momento predilecto del día para dar lugar a las historias de terror, y este caso no es la excepción. Leonardo Oyola ya no sorprende, pero esto no debe tomarse como una queja o un desprecio hacia cierta falta de originalidad. En Hacé que la noche venga, el autor recupera varios elementos de sus novelas previas y los pone a dialogar como sólo él sabe hacerlo, al ritmo de la improvisación propia de los músicos de jazz que se juntan para divertirse y hacer arte.
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Poca madre/ Leer en el patio |
Memoria, escritura y genealogía, una entrevista a Tununa Mercado
Denise Pascuzzo
Denise: La primera pregunta tiene que ver con la génesis de los textos y en relación a la coyuntura de escritura, al acto de escribir. Quisiera que me comentes algo respecto de los tiempos de edición y escritura de los libros. El primer libro es Celebrar a la mujer como a una Pascua (1967), y luego se produce un salto hasta 1988. Más allá de las fechas de edición, ¿cómo viviste la escritura en aquellos años? ¿Podría decirse que continuó la escritura en esos años y el fruto de ese trabajo puede verse en 1988? ¿Cómo fue esa escritura? Publicaste con Jorge Álvarez en 1967 el libro mencionado y Canon de Alcoba aparece en los ochenta. ¿Vos seguiste escribiendo en todos esos años?
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che, Nelly, volveremos y seremos millones |
“che, Nelly, “volveremos y seremos millones”. Una lectura de “Fiesta del monstruo” borgeano a partir de “Evita vive” de Néstor Perlongher.
César Butera
Cuando Borges y Bioy Casares ponen en circulación de modo clandestino “La fiesta del monstruo” (1947), sin aparente intención, sitúan a la única mujer que aparece en el relato en un rol de oyente: “che, Nelly (…)”. Casi veinticinco años después, los tres relatos que componen “Evita vive” (1975) de Néstor Perlongher pueden pensarse como una corroboración del vaticinio peyorativo de ‘La fiesta’[1] mientras la función de la de ser ‘toda oídos’ aparece transformada bajo otro sujeto político y colectivo.
[1] En lo sucesivo señalaremos con las siglas FM el nombre del relato “La fiesta del monstruo”.
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IL FUTURO È GIÀ STATO |
“Il futuro è già stato”. Traducción y comentarios de un fragmento de El árbol de Saussure de Héctor Libertella por Annabella Canneddu
Le statue sono sempre in movimento,
fino a che non trovano la loro forma.
A quel punto, si placano.
(Attribuito a ALEISTER CROWLEY)
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pero antes: rayarse. Sobre Osvaldo Lamborghini de Miguel Vega Manrique |
La frase en verso primero publicar, después escribir se lee abajo del verso en frase Entre el zen y la lotería. Se lee en la segunda parte del fragmento El Cantón de Uri que anda más o menos por la mitad de Poemas 1969-1985 publicado por Literatura Mondadori, edición de 2012, al cuidado de César Aira. También se lee en otras partes. Pero es ahí donde yo la tengo subrayada con lapicera. Además de esas rayitas que pasan bajo las letras, en el margen derecho le clavé un símbolo de mayor que y al lado puse tres signos de exclamación —como si las frases en verso fueran mayores que la exclamación. Esa fue mi primera lectura. La del 2013.
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HISTORIA DE LA NIÑA QUE SE CONVIRTIÓ EN CICLISTA |
Marian era la tercera de cuatro hermanos. Nació en una casa del barrio sur, la zona más empobrecida del pueblo, a tres cuadras del campo. Su padre era el comisario, hijo, a su vez, de otro comisario de la ciudad de Noetinger, que había asegurado la estabilidad y el orden en el periodo de lo que llamaban la “subversión”. Por eso, cada tanto, volvían a esa época de oro, donde, según lo que le contaban a Marian, todo era mejor y no había robos y se respetaban. Aunque ella, en su niñez, presenció varias discusiones entre su padre y abuelo, porque las cosas habían cambiado para mejor, sostenía el hijo, contrariando con todo el clamor a su padre. Sin embargo, como en toda pelea familiar, después de los consabidos enojos y exabruptos, la cosa no pasaba a mayores. El padre de Marian era, a su vez, el primer hermano de cuatro. Toda su adolescencia y carrera policial, la realizó a resguardo de su familia. De hecho, sus primeras intervenciones fueron en compañía de su padre, al que respetaba con solemnidad y admiración, a pesar de las diferencias políticas. Fue en uno de los patrullajes que conoció a Cristina, la madre de Marian.
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