Un lector salteado que se muestra y que se oculta entre sus páginas es el que permite Leer levantando la cabeza de la escritora argentina María Claudia Otsubo; así, aquel del lento venir viniendo se entrega a un juego encadenado de escritura, de lectura de textos de escritoras y escritores, de memorias, de viajes, de música, de colores, de fragmentos, de olor a Buenos Aires ó a mar, la playa de Imbassai, al norte de Brasil.
Mercedes Halfon escribe El trabajo de los ojos. Por otra parte, protagoniza y codirige, junto a Laura Citarella, Las poetas visitan a Juana Bignozzi. Este archivo que reordena con la mirada nos remite a la figura del ojo heredado en una doble dimensión: la herencia familiar del estrabismo (y sus efectos) y la herencia de Bignozzi. Me interesa abordar en estas escrituras ópticas cómo circula la herencia a partir del análisis del inconsciente óptico (Benjamin, 2015) y qué remisiones y fugas entre texto y film pueden iluminar los modos de ver de Halfon como una inversión del ojo soberano, como una anti-biografía, de cómo puede escribirse la historia de una vida a partir de la figura del desvío del ocularcentrismo (Prósperi, 2019).
“Il futuro è già stato”. Traducción y comentarios de un fragmento de El árbol de Saussure de Héctor Libertella por Annabella Canneddu
Le statue sono sempre in movimento,
fino a che non trovano la loro forma.
A quel punto, si placano.
(Attribuito a ALEISTER CROWLEY)
Rodrigo Perea, Postales desde el fin del mundo (2017-2022). Ciudad de México: UNAM, 2023.
[Poetas perdidos en la poesía: en su propia poesía. O en la vida que se encarga de poner en desorden las cosas que el poema volverá a juntar en un tiempo imperdible. Este es un libro de vitalidad expresada en un modo elegante, tal vez el de las belles-lettres de nuestros días alocados entre las ciudades y las visiones que se acumulan en nuestras conexiones nerviosas. Un exordio para un autor de nuestro siglo]
Al azar andamos por los libros como flâneur
Salgo del mar y con la piel todavía impregnada de salitre me dispongo a finalizar Las razones de la sal, que bien podría haberse escrito aquí, en Imbassaí, la narradora tendida sobre la arena “cargada de sodio y otros minerales de una tierra llamada escritura”. Me reencuentro con su escritura atravesada por otras escrituras, en el universo particular y único de la lectura que me propone –con incertidumbres en el inicio, con plena confianza, luego– Ana Abregú.
El escritor no desaparece, tiene su lugar, pero desde ese lugar, no podrá controlar la escena de lectura y todas las variantes de interpretación.
[43 notas al pie de situaciones que llegaron a tiempo y a destiempo para dar cuenta de algunas prácticas del oficio que fueron puestas en desuso. Queda la clandestinidad de un pasado que se retroproyecta en un mundo donde los personeros de la cultura tienen un bajo perfil frente a los self-made producto del marketing y la economía libidinal]
[Algunos apuntes sobre las entrevistas, en el momento en que debería estar respondiendo una y haciendo otra. el registro libre de esta expresión tan espontánea como planificada es, sin duda, un insumo en la elaboración del pensamiento literario de un/a escritor/a]
Presentación Zhao, Roberto Ferro, Inés Messore, Miguel Ortemberg.
Sobre Nicolás López Pérez poemario Tantas veces estar tan cerca.
Identidad desmigajada entre transcursos por una ciudad épica. El poemario de Nicolás López Pérez, Tantas veces estar tan cerca –verso de un poema de Cavafis que se cita al principio del poemario– remite al libre presente condensado en ojos que observan ciudades, cuerpo, espacio e historia para imprimir señales; el destinatario quedará explícito en el lector o enigmático en sobreentendidos.
Sobre Errancias del ayés de Ana Abregú
por
Nicolás López-Pérez*
Quivi sospiri, pianti e alti guai
risonavan per l’aere sanza stelle,
per ch’io al cominciar ne lagrimai.
Dante, Inferno III
Nicolás Arce Berríos, Hambre. Santiago de Chile: Vísceras Editorial, 2021.
[Este libro es una pequeña bomba racimo en el campo cultural chileno del siglo XXI. Si Héctor Hernández Montecinos tocó el Olimpo y lo “chasconeó” con su generación y, luego, con las y los jóvenes que antologó en Halo: 19 poetas chilenos nacidos en los noventa (Santiago de Chile: J. C. Sáez Editor, 2014), Nicolás Arce Berríos pertenece a esos ríos de escrituras nuevas y revolucionarias que fluyen desde hace más de dos décadas allende Los Andes.]