Crónica de la Inauguración 45 Feria del libro 2019

25 Abril 2019, pabellon Jorge Luis Borges. Inauguración de la 45 Feria del libro, Barcelona ciudad invitada, Rita Segato personalidad invitada para la inauguración.

 

Si se pudiera distinguir la multiplicidad engañosa de la representación, la inauguración de la Feria del libro, en los últimos años, es un escenario de extrañas señales trasfiguradas; por una parte, algunos la denominan tribuna política, otros, pre-textos de vanidades, e incluso un sistema logocéntrico en el que se revelan las perspectivas individuales, más que un acto de inauguración, en el sentido de jubiloso comienzo, la Feria del libro se ha constituido en un espacio de controversias.

En el 2018, las interrupciones de los escraches hizo imposible terminar la ceremonia, y bajo la suposición de que hubiera gente que, sin ser invitada a la fiesta, actuaba bajo la sombras, se culpaba, como siempre a la Cámpora, dado la orientación de los medios que cubren el evento, con cámaras y pantallas de programas como TN y amigos, sobre todo cuando hay sponsors de Clarín y La Nación.

Este año, para neutralizar dichas intervenciones hubo accesos por invitación expresa, no había manera de sortear el riguroso control a que se sometió el ingreso.

Primero habló la presidenta de la Fundación del Libro, María Teresa Carbano, expresado más quejas que optimismo, sobre la venida a menos de la industria, cada año peor, asignándole el problema a las acciones, poco felices, de la actual administración: políticas para el rubro con resultados negativos; habló de impuestos únicos en el mundo que se aplican sobre los libros, habló de la imposibilidad de exportación, de la importación a precios inasumibles; en definitiva ofreció un panorama doloroso y poco auspicioso de la industria.

Continuó la presentación con Enrique Avogadro, que se explayó en los logros de este gobierno en el área de cultura, entre los que incluyó el bacheo de calles, el arreglo de veredas y por ese carril siguió. Ese fue el punto de comienzo de las acciones que publicaron en los diarios: aunque le asignaron la silbatina a Avelluto, el Secretario de Cultura de La Nación que continuó por el mismo carril, en realidad la irritación comenzó desde antes, lo que detonó lo que algunos diarios interpretaron como falta de respeto por no dejar hablar, y mismo Avelluto, de la manera más extraña intentó neutralizar, diciendo: “Tengo todo el tiempo del mundo, no me van a callar”; descartando que los presentes también tendríamos que esperar, y con poca estimación del clima, ya que entre el público común levantaba provocativos comentarios y sonrisas de sorna.

La irritación del público fue silenciosa, pero contundente, se paró y le dio la espalda a Avelluto, en señal de protesta y tal vez desprecio.

El Secretario de Cultura, haciendo caso omiso siguió con el listado de fantasiosos proyectos culturales, cuya palabra: “proyectos”, desdibujaba la temporalidad, de lo que se expresaba, sobre si trataba de propios inexistentes, futuros improbables y actuales de autoría Kirchnerista; no es la única vez que los funcionarios del actual gobierno toman proyectos de los que les precedieron haciéndolos pasar como propios.

Después le tocó a Rita Segato, la crítica, escritora, designada como personalidad para cortar la cinta de inauguración, quien se concentró en impulsar su oratoria en un sentido de lo que no se espera de la cultura, proponiendo una rebelión de los escritores para con las imposiciones tanto de las editoriales como de los grupos hegemónicos de acumulación de poder por sobre el sistema de publicación, e incluso de temas; más bien un llamado de atención sobre los centrismos Europeos respecto al manejo de lo que se publica en el mundo en habla hispana; el rol de la mujer dentro de ese modelo, y en definitiva no habló de literatura, específicamente, sino del sector y la industria editorial.

La única verdad es que la ceremonia continuó, terminó, se inauguró, y la impresión que me llevé es que ninguno escuchó al otro; mientras la presidenta de la Fundación hablaba de números alarmantes para la industria y un futuro poco feliz, los funcionarios pintaban un panorama de primer mundo; no nos extrañó, porque el actual gobierno es una maquinaria de discursos sobre el optimismo que puso el automático desde que comenzó, con una orientación publicitaria de la que no se desvían.

Después leí en La Nación, un conocido columnista del diario que suele cubrir notas culturales que habló sobre lo inapropiado de la elección de Rita Segato, basado en criterios poco claros, pero muy personalizado, “error de cálculo político”, cuando se toma media página para defenestrar el evento por haber sido tomado: “Es claro que la Feria volvió a incurrir en una ingenuidad que no se puede disimular: la de convertirse en una tribuna política”, en qué quedamos, si la decisión política era un error, y luego se produce un hecho político también es un error. Coherencia, por favor.

Estas contradicciones viene resultando recurrentes, entre los periodistas de este gobierno.

Los acontecimientos se difundieron de muchas maneras, pero especialmente quiero referirme a una cuestión que escuché: “Cómo saben que fue la Cámpora”, ya que a pesar del control, la culpa fue de la Campora -muletilla con la que se planta una mentira recurrente-, según rumores que ya sabemos el origen: “Porque estaban con las típicas camisetas de la Cámpora”.

No señores, no se dejen engañar, el público mismo, el que tenía entrada controlada, se levantó y se dio vuelta en señal de repudio a los dichos de Avelluto, sacaron a los primero que presentaron pancartas y silbatinas, no hubo camisetas de la Cámpora, no descarto que haya habido, pero no era una protesta de un grupo, era la protesta de una sociedad que dispone un escenario para hablar de cultura y que los funcionarios, desde siempre, utilizan para “tribuna política”.

Señalo algo especialmente lúdico: el evento comenzó con un spot publicitario de lo bueno que es leer, se murmuró entre el público el desacertado momento y lugar, ya que todos los presentes son lectores, no es necesario estimularlos, de los únicos que hay dudas, precisamente, es de los funcionarios de esta gestión.

En lo personal, y dejando de lado la significación política del acto, me permito una reflexión sobre los dichos de la Presidenta de la Fundación: me temo que la situación no es sólo económica y política, la industria editorial del mundo está cambiando y no sólo por el advenimiento del libro electrónico, sino porque las tecnologías proponen otros modos de encarar la industria; existen proyectos muy exitosos que no vienen de fuente de las editoriales tradicionales, sino de comprender mejor a los lectores, de cambiar los paradigmas de convocatoria cultural, de proponer y establecer un dinamismo con los lectores que la industria tradicional insiste en ignorar y ni participa.

Hace rato que la medida del éxito editorial no es la cantidad de libros que se venden, sino la cantidad que se lee, en cualquier medio; mientras, las editoriales locales se quedan mirando, apenas asomándose al libro electrónico, “a ver qué pasa”, los grandes proyectos editoriales pasan por otras propuestas, aspectos en los que los autores pueden elegir no quedarse a esperar que los acepte una editorial y lo exploten, ya que el autor desconoce el camino que sigue su libro, mientras lo invitan a la publicitarlo, a conferencias a cursos, pero con retorno monetario invisible o muy menor a la ganancia entre editoriales y distribución.

En el mundo actual, lo más valioso es el contenido, las editoriales y distribuidoras tradicionales pierden año a año el camino hacia el lector, los niños de hoy eligen otras propuestas, la crisis de venta de libros tiene su contrapartida, no solamente por las políticas actuales, si no porque hay una revolución de modos de lectura y captura del lector y las viejas editoriales viven la fantasía que con mejores políticas culturales va a volver a encarrilarse a un sistema donde las editoriales manejan el destino del autor y el lector.

No va a pasar, sugiero leer los nuevos proyectos editoriales que se presentaron, precisamente en el marco de esta Feria:

 

La industria editorial y la necesidad de contenidos.

Libros electrónicos, audiolibros y otros objetos ruidosos

 

En las fotos: Ezequiel Martinez perplejo, pero sumergido en su celular.

Se ve en una de las fotos a Quiroga, de “Otra trama”, dándo la espalda a Avelluto. 

No se vieron camisetas de la Cámpora.

Al fondo, Avelluto en automático.

 





Ana Abregú.

www.metaliteratura.com.ar

Literatura latinoamericana

    Ana Abregú, escritora, con formación en ingeniería electrónica trabaja como SEO posicionamiento y Community Manager, ha publicado novelas, poemarios, relatos, ensayos y crítica literaria. Editora y redactora de la revista Metaliteratura. (http://www.metaliteratura.com.ar), shop de libros editados: http://shop.metaliteratura.com.ar. Obras: SO( Crónicas Octubre 2024 –diciembre 2024), crónicas, enero 2025; INTRꜴVERSIÓN, poemario, enero 2025; Novela en curso, ensayos, enero 2025; Terrorrisa, ensayos, enero 2025; Borges comentado, ensayo, crítica, enero 2025; Ante (Crónicas, septiembre 2023 – diciembre 2023), crónicas, Enero 2025; Tiples (Relatos, enero2025); Viceversa (Crónicas, Enero 2024 – Septiembre 2024), enero 2025;Didascalias , (Artículos dramaturgia julio 2024); Bitácora de escrituras, Recursos literarios, 2024, U (Crónicas junio 2023 – agosto 2023), crónicas, 2024; E (Crónicas enero 2023 – mayo 2023), crónicas, 2024; Ulises en su laberinto, ensayos, junio 2024; Las razones de la sal, novela, enero 2024; Venablos, poemario, 2023; A (Crónicas, agosto 2022, diciembre 2022), 2023; Errancias del ayés, relatos, 2023; Conversaciones con Žižek, relatos, 2023; Blogs para el posicionamiento, SEO posicionamiento, informática, 2022; O (crónicas 2022 – agosto 2022), 2022; Ignitos, relatos, 2022; Y (Crónicas, abril 2020 - febrero 2022), 2022; Teorema de la Lengua, poemario, 2022; Pentimentos. novela, 2022; Supay, novela, 2021; El Pallo Gelao, humor gráfico, 2021; Pareidolia, crítica literaria, 2021, Antí(eu)fon(í)as, poemario, 2021; Textorios, ensayos, 2021; Cíngulos, ensayos, 2021; Descontextos, ensayos, 2021; La mujer fingida, novela, 2020; Atrave(r)sar, poemario. 2020; Dédalo. novela. 2020; Ex criaturas. microrrelato, 2020; Señales del tacto, novela. 2020; Mover el punto, novela. 2019; El espejo deshabitado, novela. 2019; Paranoxia Dalí, novela, 2018; Adelaida Sharp en tu tiempo, novela, 2017. Se consiguen en Amazon.

DESTACADOS

¿Puede una IA escribir con la profundidad de un ser humano o hacer literatura?

Llevo días escuchando dos palabras como si fueran un mantra que define a la IA, conceptualmente distorsionados y desemboca en conclusiones equívocas.

Las palabras: algoritmo y probabilidad.

Algunos datos técnicos no vienen mal para acercar la comprensión sobre qué es la IA.

Imaginen tener una agenda, que tiene solapas con el alfabeto (se ven en librerías de papel), hay una búsqueda con ese criterio alfabético. Ahora, dentro de cada letra, otra agenda, de nuevo con la organización alfabética, y dentro de esta otra, y así. Para una búsqueda dentro de esta organización,  igualmente con el criterio de orden alfabético (espero estén advirtiendo la dificultad de recorridos), siempre empezando desde la A y abriéndose camino en las diferentes agendas, unas dentro de otras; un árbol de datos. Esto es un algoritmo que con la velocidad actual de los chips no parece complicado. Sumemos la predicción: la probabilidad que habiendo entrado con una letra, la próxima sea alguna determinada. Por ejemplo, entro con una consonante, hay más probabilidad que la próxima sea una vocal. Con ello empiezo una búsqueda ahorrando entrar por consonantes y con eso reduje el “camino” a 5 vocales. Es un ejemplo algo burdo, pero ilustra las dos palabras: algoritmo y probabilidad. Los algoritmos de búsqueda están muy afinados a raíz de la tecnología blockchain de las Criptos.

PERSONAJES

Florecidos miles de estallidos

Sergio Ojeda Barías, Berlín. Santiago de Chile: Mago Editores, 2024.

[Un libro de Sergio Ojeda Barías (Puerto Natales, 1965) es un acontecimiento en este siglo. De Pedazo de mundo (2000) a Tardanza del fuego (2007), Berlin es un libro introspectivo, para celebrar, para transitar entre los poemarios escritos reescribiéndolos. Este poeta chileno crea campos magnéticos en que las palabras vibran y los cuerpos también. Berlin es un libro de la esperanza, de una vida por delante, de una obra como horizonte].

La primera vez que tuve noticias de Sergio Ojeda Barías fue en 2016. Eran mis años de la avidez literaria, tenía varios cuadernos de proyectos de poemas, no conocía a nadie que publicara ni que enloqueciera con la literatura. MAGO Editores publicitaba unos talleres de poesía semanales impartidos por el referido. No recuerdo exactamente el día, pero después de la oficina, tenía esa reunión de poesía, un ese espacio vista Pio Nono (la vereda desde la que estuve mirando por más de un lustro), Piso Diez, como la altura en la que se desarrollaba, fue el nombre que Max González le dio al taller. Recuerdo a otros talleristas, Cristian y Francisco. Nunca más los volví a ver: uno parecía un buen lector de poesía y literatura chilena y el otro trabajaba como captador de clientes en una ISAPRE. Yo había tenido la experiencia de talleres en la SECH (Sociedad de Escritores de Chile), pero estaba lejos de una voz poética (¿lo sigo estando?).

 

 

DRAMATURGIA

Dichas y desdichas del juego y devoción por la virgen por Ana Abregú

El teatro es un espejo que pone delante de los hombres a la realidad, con todas sus grandezas y sus miserias

[Lope de Vega]

 

El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.

[Williams Shakespeare].

 

Comedia alegórica con estructura del Siglo de oro español, y conexiones con el universo shakespereano. Comedia aurisecular escrita por Ángela de Azevedo, con la adaptación de Julieta Soria. En esta obra, el escenario se convierte en un tablero de juego donde el Demonio y la Virgen juegan con el futuro, simbolizando una batalla entre ambas fuerzas sobre el destino y la fe. La representación incluye elementos de juego y conflicto entre figuras religiosas, combinando temas de azar, fe y amor en la trama. También en contacto con El pleito del Demonio con la Virgen, de diversos autores, siendo la más común atribución a Francisco de Rojas Zorrilla (1607-1648), importante dramaturgo del Siglo de Oro español.

 

El 24 a la noche de Andrés Terigi por Ana Abregú

Dale una máscara y te dirá la verdad.

Oscar Wilde.

El formato de esta obra relaciona tradiciones desde una perspectiva panóptica. El personaje que recibe al público remite a la frase “te voy a contar una de piratas”: la obra comienza con el ingreso del primer espectador, haciendo de este personaje un mediador o “guardián” lúdico del discurso teatral, que introduce al público en un mundo de ficción cargado de significados.

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