Estilo del caos

In medias res fue una de las alocuciones que más me llamó la atención en el glosario de expresiones en el curso de latín para abogados. Puede decirse que forma parte de mi repertorio de jerga culta para cóctel. Nunca le he echado mano en alguna conversación, pero creo que en lo que escribo está presente sin querer queriendo. Significa “en el medio de las cosas”. Los poemas, en general, emplean esa manera de iniciar. Mucho más que el conocido ex nihilo, esto es, desde la nada.

 

El ejemplo más luminoso de esto, permanece en el canto primero del Infierno de Dante Alighieri: nel mezzo del cammin di nostra vita. En el medio del camino de nuestra vida, ¿un trayecto que comienza o se retoma? Si tomamos esa oración, cabe seguir o dejarnos llevar por la senda del punto de partida o fuga. La escritura es el río que fluye como una vida escrita por delante. Otro mundo posible, dentro de este. 

 

Por la mitad, partir. Y distinguir entre los demás cursos de ese infinitivo: zarpar, iniciar, dividir. Con la escritura, se retorna a ese verbo de ignición o se pasa por segunda, tercera vez. Lo que es escrito es un nuevo comienzo, pero ¿para qué? ¿Para lo que es escrito? ¿Para lo que conoce su viaje con letras por vez primera?

 

La escritura deja un sedimento en su ejecución. Una borra proveniente de los materiales de construcción. Y un aroma que puede decirse “la voz del autor” o bien, el intersticio posible entre la huella y el aura. Lo último, entre la cercanía y la lejanía que existe entre alguien y una creación. En ese lugar, pienso que oscila una potencia elástica de cada cosa. Y en el revés, bordeando el corazón de la creatividad, un “por venir” o un “por hacer”. Esto último, a propósito de la ontología de Étienne Souriau sobre los “modos de existencia de una obra”.

 

Borra y aroma como lo que queda de una escritura para posibilitar otra. Una palabra, una circunstancia, una mitad de camino que se puede escribir una y mil veces, y de distintas maneras. En la idea de Souriau, se nos presenta un inacabamiento existencial de toda cosa y solo hay seres a realizar, mediante una acción instauradora. Por ejemplo, en el caso de una mesa, puede estar hecha por un carpintero, pero está todavía “por hacer” en lo que toca al artista, al poeta, al escritor. La mesa a concebirse, en cada caso, puede no tener afinidad ni semejanza con otras. Esto puede ser problemático si restringimos el avance de esta intuición a la esencia de la mesa o la serie de características sin las cuales no estaríamos hablando de tal.

 

En poesía, un caso paradigmático está en las declaraciones de principios o de técnica -para mí, de impuestos- en las directamente llamadas “artes poéticas” o susceptibles de ocupar tal categoría. Desde la instrucción elemental de Horacio con su Epístola a los pisones hasta las gestiones de escenarios caóticos en Pablo Neruda o Vicente Huidobro. El recorrido es largo. No principia en la Antigua Roma ni acaba en Chile. Volviendo al ejemplo de la mesa, un arte poética no tiene que ver con el resultado en sí, sino con los procedimientos y operaciones en que se mueve al trabajo intelectual.

 

El poema es la obra “por venir” o la obra “por hacer” en el caso del o la poeta. En la mitad del camino, puede avanzar, retroceder o ir en otra dirección. Hay una cosmografía que involucra, pensando en Souriau también, el proyecto de la escritura y su trayecto. El sedimento, borra y aroma, es experiencia y acceso al lenguaje.

El pretexto de lo que queda para volver a escribir o reescribir, inclusive de distintas formas y aproximaciones, está en la propia vida como fértil provincia de una obra por hacer, dentro de otra obra mayor.

Yevgeny Yevtushenko, en sus temerarias pero precoces memorias, escribió: “La autobiografía de un poeta son sus poemas. El resto es solo comentario”. Esto nos coloca en la distancia (cercanía y lejanía) entre vida y obra. El sedimento es producto de estas interacciones tectónicas. Quiero decir, cómo la vida se quiere yuxtaponer en la obra y también al revés.

En lo telúrico, rastrear contextos, continuidades históricas, habilidades cognitivas, educación emocional y limitaciones de otra índole. La tectónica de placas se asume como verdad a tal punto que el autor o la autora se reconocen en lo que escriben, dado su factor biográfico y la total obsolescencia de lo que se llama pacto ficcional. 

Y la verdad es que es nadie en específico allí dentro, pero alguien afuera que da estilo al caos, a su propio caos y para concentrarlo en las palabras que se desfragmentan en el texto, en el poema, finge. En definitiva, de fingir a la ficción menos de un paso de distancia. La ficción es siempre una obra mayor por venir.

 





 

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Literatura latinoamericana

    Nicolás López-Pérez nació en Rancagua (Chile) en 1990. Ha publicado ocho libros de poesía, entre ellos, De la naturaleza afectiva de la forma (2020), Cielo de correspondencias (2024) y La división de algunos días (2024). También ha publicado un volumen de ensayo Los ritos ardientes (2025). Parte de su obra ha sido traducida al inglés, el italiano, el letón y el húngaro. Administra la mediateca de poesía cotidiana la comparecencia infinita. Actualmente está traduciendo a los poetas Rocco Scotellaro y Sidney Keyes y enseña lengua y culturas hispanas en la Universidad de Salerno (Italia).

DESTACADOS

Cuando la máquina crea: la edición de libros en la era de la IA

13:00 a 14:00 – Conferencia: Cuando la máquina crea: la edición de libros en la era de la IA (o cómo seguir siendo indispensables) Organiza: Proyecto451 A cargo de: Daniel Benchimol Sala Victoria Ocampo, Pabellón Blanco, 1º piso

¿Somos descartables?

Desafíos que la IA nos impone. Imagina dónde estaremos en un año y qué estaremos haciendo.

Mira este video imperdible que te muestra el estado de la realidad actual de la IA, lo que puede hacer y qué papel juegan los humanos en esta nueva realidad.

La IA vino para quedarse, qué vamos a poder hacer nosotros, los humanos, con este nuevo paradigma que se nos presenta.

Qué vamos a hacer los escritores, los informáticos, ¿terminaremos de diferenciar la generación de contenidos de los contenidos de calidad? Qué los diferencia: ¿el origen de la información?, ¿la capacidad de fidelidad a la información?, ¿la captación de la atención del público?

PERSONAJES

El corazón es habitar la experiencia y el ritmo

Pasquale Mesolella, I giorni della pandemia. Prato: Pentalinea, 2024.

 

[Este es tal vez uno de los libros más emocionantes en la obra de Pasquale Mesolella (Teano, 1949). Va dedicado a “tutte le persone, note e ignote, conosciute e sconosciute, vittime inermi ed innocenti del covid o della guerra ucraina”. A simple vista, puedo decir que se ve a un poeta desprovisto de artilugios del lenguaje y que consagra la escritura como si su mano fuese un sello de lacre. Un poeta que se ha convertido en un reportero de un tiempo álgido que no está tan lejos y que continúa a hacernos eco. Los primeros textos de esta colección corresponden a enero de 2019 y los últimos, como el prólogo, se remontan a septiembre de 2023]

 

DRAMATURGIA

Bajo un manto de estrellas de Manuel Puig por Ana Abregú

“Una especie de solidaridad tácita une a los extraviados y a los solitarios”

“Una revolución en las costumbres” en Bye-Bye, Babilonia, crónicas de Nueva York, Londres y París.

 

 

En esta obra se siente “una especie de solidaridad entre extraviados”, “es exactamente como lo imaginé”, se dirá recursivamente en la obra. La frase describe el sino de la época: la educación sentimental  provenía de escuchar la novela radial; el relato se reconfiguraba en el oyente, punto en común entre las clases: la pareja mayor, dueños de estancia; la pareja de misteriosos visitantes, adultos; y la niña de la casa, adoptada; revelan los sueños que nacieron en la era de las telenovelas y su influencia como parte de la penetración cultural que accionan el hecho constructivo del imaginario y los desvíos que propone el foco en la ilusión, en un ambiente endogámico que detona con diversas resonancias. El relato oído alimenta un romanticismo en el que cada personaje fantasea e imagina el objeto del deseo.

 

Las Bingueras de Eurípides de Ana López Segovia por Ana Abregú

Suerte, risas y mucho bingo. ¡Prepárense para gritar '¡Bingo!'! La emoción del dabber.

[Lema popular]

 

Divertida propuesta que remite a diversos estilos teatrales, así como referentes eclécticos.

Dionisia –Mar Bell Vazquez–, mito griego, baja a la tierra; y como el primigenio, se aboca a remover la estructura social conmoviendo la forma tradicional de subyugación de mujeres. Dionisio toma cuerpo de mujer para acompañar el proceso de empoderamiento. Eco entre formatos que se extienden entre géneros de humor basado en la expresividad corporal y diálogo punzante.

(Foto tomada de Internet)

Mi novia del futuro de Anto Van Ysseldyk por Ana Abregú

«¡Como si se pudiera matar el tiempo sin herir a la eternidad!».

(Henry David Thoreau)

 

El viaje en el tiempo es un tópico complejo, sobre todo durante una obra teatral, donde la comparación entre temporalidad se debe resolver en un espacio reducido. Esta situación se metaforiza en un escenario con elementos de luz y desplazamientos en espiral, haciendo y deshaciendo el tiempo en el espacio, tal como se define el tiempo mismo, una tela, una autopista peraltada.

 

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