
En relación a la incorporación de la herramienta a la que denomino Noroc (se ha instalado en la revista Metaliteratura), que efectúa comentarios en el rol de crítico literario, un usuario me hizo el comentario sobre que notaba un sesgo de izquierda en la visión de la herramienta.
Mi criterio al respecto es que la historia del pensamiento desde el modernismo, nos ha heredado, precisamente, esa inclinación, pero he querido confirmarlo, tomé las imágenes que circulan por redes sobre los grandes del pensamiento que supuestamente son referentes literarios y moldearon la historia del pensamiento e indudable influencia tanto en la filosofía como la literatura y tanto en escritores como artes en general.
Con la idea de trazar una línea de pensamiento que confirmara mis presunciones realicé una breve composición sobre las ideas de estos escritores y qué sesgo ideológico sembraron al mundo:
Emil Cioran, Franz Kafka, André Comte-Sponville, Fernando Pessoa, José Saramago, María Zambrano, Fiódor Dostoievski, Jean-Paul Sartre, Michel Onfray, Alejandra Pizarnik, Vicente Huidobro, Giuseppe Prezzolini Papini, Albert Camus, Friedrich Nietzsche, Ayn Rand, Arthur Schopenhauer, Samuel Beckett, Hermann Hesse; podemos identificar un hilo conductor que entrelaza existencialismo, nihilismo, absurdismo, y una búsqueda introspectiva de sentido en un mundo fragmentado, con matices de individualismo, misticismo y crítica social.
El existencialismo es un punto de partida que sobresale, con Sartre, Camus, Kafka, y Dostoievski.
Sartre y Camus exploran la libertad, la responsabilidad y el absurdo; Kafka y Dostoievski abordan la alienación y la lucha interna del individuo frente a sistemas opresivos o a dilemas morales.
Pessoa, con su multiplicidad de heterónimos, y Cioran, con su pesimismo lúcido, profundizan en la fragmentación del yo y la desesperanza ante la existencia. Esta corriente resuena con la pregunta: ¿cómo encontrar sentido en un mundo sin respuestas claras?
Nietzsche, Schopenhauer y Cioran aportan una perspectiva nihilista o pesimista. Schopenhauer ve la existencia como un ciclo de sufrimiento impulsado por la voluntad; Nietzsche propone superarlo mediante la creación de valores propios (el "superhombre"). Cioran, más radical, abraza el desencanto con una prosa poética que roza lo místico. El pesimismo comparte significantes con la obra de Beckett, su literatura minimalista y absurda (Esperando a Godot) desnuda la futilidad de la espera y la acción.
Zambrano, Pessoa, Pizarnik y Hesse con una dimensión poética y mística. Zambrano, y su "razón poética", busca una verdad que trascienda lo racional; Pessoa descompone la identidad en múltiples voces. Pizarnik, explora lirismo introspectivo y un abismo interior; Hesse, en El lobo estepario, trata sobre la dualidad espiritual y el anhelo de trascendencia.
Estas voces sugieren que la literatura es un vehículo para explorar lo inefable, lo que conecta con la filosofía de lo sublime y lo incierto.
Saramago y Onfray, desde perspectivas distintas, afrontan la crítica social; narrativa alegórica; cuestionan estructuras de poder y la condición humana; el hedonismo materialista como culpable desde la ética; el placer y la autonomía como un “deber ser” en tensión con la sociedad.
Papini, con el eclecticismo, y Huidobro, dentro del creacionismo, desafían las convenciones literarias y filosóficas; nuevas formas de ver el mundo., la inminente evolución.
Ayn Rand, con el objetivismo, defiende un individualismo radical que contrasta con el colectivismo implícito en Saramago, tirantez sugestiva; que revela el conocimiento e interés por una sociedad que se va configurando entre opuestos, desde la cultura y el arte; la política es también arte y razón, por qué no al revés.
Comte-Sponville, desde un enfoque ético y humanista, reconcilia la filosofía con la vida cotidiana; figuras como Camus y Sartre siguen siendo relevantes por su reflexión sobre la libertad en un mundo caótico. La inclusión de autores como Pizarnik y Huidobro señala la persistente influencia de la vanguardia poética, que rompe con las formas tradicionales para expresar用心 .
La expresión 用心 (yòng xīn) en chino mandarín significa literalmente "usar el corazón" o "poner el corazón", denota atención, cuidado, dedicación o esfuerzo consciente en algo. Implica realizar cosas con sinceridad, concentración, intención, dependiendo del tenor. En el contexto de mi propuesta, donde se mira desde la focalización de la literatura y la filosofía, se interpreta con énfasis en la importancia de abordar la creación literaria o la reflexión filosófica con profundidad y compromiso emocional. Es un llamado a "poner el corazón" en la exploración de las ideas, el corazón en el sentido racional de no ceder, de continuar, de persistir.
El estado de la literatura actual en donde una línea filosófica une a estos autores —una mezcla de existencialismo, nihilismo, misticismo y crítica social— refleja una literatura que no teme enfrentar las grandes preguntas sobre la existencia, la libertad y el sentido en un mundo fracturado.
En la actualidad, la literatura parece estar en un momento de transición: por un lado, la influencia de estas corrientes persiste en escritores que exploran la condición humana con profundidad (como Coetzee o Krasznahorkai); por otro, la cultura digital y la inmediatez han fragmentado la atención hacia narrativas efímeras. Sin embargo, el resurgimiento de ensayos filosóficos y novelas introspectivas sugiere que el legado de estos pensadores sigue vivo, buscando respuestas en un mundo cada vez más polarizado y desorientado. Tejer estas ideas en una narrativa contemporánea que dialogue con la incertidumbre actual, sería quizás, la deuda interna de los intelectuales de la actualidad, teniendo en cuenta la bisagra entre generaciones, en donde se dirime palabras entre “oportunidad”, o “desidia”, la irrupción de las tecnologías que abrieron el camino de las redes sociales, y el quiebre entre pasado de ideas o ideas pasadas y el desarrollo de la literatura y filosofía actuales.
Con las ideas políticas de izquierda y derecha, y determinar si las tendencias de las escuelas literarias desde el modernismo en adelante muestran un camino de ondulaciones, por momentos retroceso a raíz de los convulsos movimientos históricos; es necesario analizar cómo estas corrientes filosóficas y literarias dialogan con las ideologías políticas.
La traza, considerando las escuelas literarias relevantes, tiene como protagonistas a los escritores mencionados y abarcan un espectro filosófico que incluye existencialismo, nihilismo, absurdismo, misticismo y crítica social, con raíces en el modernismo literario (finales del siglo XIX y principios del XX) y sus derivaciones en el vanguardismo, el existencialismo literario y la literatura posmoderna. Cada movimiento implica políticas que conjugan una u otra tendencia; la literatura, al reflexionar sobre la condición humana, inevitablemente habla de la libertad, la igualdad, el poder y la justicia, que son centrales en los espectros de izquierda y derecha.
Las ideas de izquierda resguardan la igualdad social, la crítica al capitalismo, la justicia distributiva y la transformación de estructuras opresivas. En la literatura, esto se traduce en obras que cuestionan el statu quo, denuncian desigualdades o exploran la alienación del individuo en sistemas capitalistas o autoritarios.
Las ideas de derecha enfatizan el individualismo, la tradición, el orden social o el libre mercado. En la literatura, esto se manifestó en la defensa de la autonomía individual, el rechazo al colectivismo o la exaltación de valores tradicionales o heroicos.
Examinando los autores mencionados hacia alineamientos explícitos o implicancias con estas ideologías; se sintetiza entre etiquetas (que siempre son reductoras, pero sirven para la presente hipótesis). Existencialismo y crítica social (Sartre, Camus, Kafka, Saramago); Sartre fue un comprometido marxista y defensor de causas de izquierda: la revolución cubana. En La náusea, El ser y la nada, refleja una crítica a la alienación burguesa y un énfasis en la libertad individual dentro de un marco social.
Camus, aunque más moderado y crítico del comunismo soviético, se inclinaba hacia un humanismo de izquierda, defendiendo la justicia social y la resistencia contra la opresión en sus obras emblemas, El extranjero, La peste.
Kafka no era explícitamente político, pero su retrato de burocracias opresivas y la alienación del individuo en El proceso o La metamorfosis resuena con críticas de izquierda al capitalismo y los sistemas autoritarios.
Saramago, militante comunista, usó la narrativa alegórica, Ensayo sobre la ceguera, El evangelio según Jesucristo, para criticar el poder, la religión y las desigualdades sociales, hasta fue exiliado por la importancia del sesgo comunista en su poesía, lo que le daba peso a sus palabras y era habitualmente invitado a dar cuenta de ideas de izquierda.
Cioran, Schopenhauer, Nietzsche, se inscriben dentro del Nihilismo y pesimismo. Cioran, con pesimismo radical, no se alinea con izquierda o derecha; su rechazo a las utopías colectivistas y su escepticismo hacia el progreso lo aproximan a la postura individualista que resuena con corrientes de derecha. Schopenhauer, con una visión del mundo en permanente sufrimiento, sin agenda política clara, con énfasis en la voluntad individual se interpreta como afín a ideas de derecha que priorizan la autonomía personal. Nietzsche y la crítica a la moral cristiana y el concepto del "superhombre" se malinterpretó tendiente a la derecha fascista lo que balanceó una ambigüedad al respecto por el rechazo al igualitarismo y la defensa de la individualidad lo que entra en contradicción con la izquierda colectivista; pero en la interpretación, conveniente quizás, y el hecho de que influencia en el existencialismo lo conectan indirectamente con corrientes de izquierda.
Desde el Misticismo y la poética (Zambrano, Pessoa, Pizarnik, Hesse); Zambrano, exiliada por el franquismo, tenía una postura antifascista y pensamiento humanista que se alinea con la izquierda, aunque su "razón poética" trasciende lo estrictamente político. Pessoa, con su multiplicidad de heterónimos, no se compromete políticamente, pero su exploración de la identidad fragmentada puede interpretarse como una crítica a las narrativas colectivas, que lo asimila a un individualismo de derecha. Pizarnik, traza en su poética un lirismo introspectivo, aunque carece de una postura política explícita, exhibía sensibilidad hacia la marginalidad y el sufrimiento que la conecta con ideales de izquierda. Hesse, con la búsqueda espiritual (Siddhartha, El lobo estepario), se inclina hacia un individualismo místico que no encaja fácilmente en izquierda o derecha, aunque su crítica a la modernidad industrial puede resonar con posturas anticapitalistas.
Vanguardismo y ruptura (Huidobro, Papini): Huidobro, con el creacionismo buscaba revolucionar el arte, lo que tiene ecos de la rebeldía de izquierda; su enfoque esteticista no es explícitamente político.
Papini, inicialmente vinculado al futurismo italiano (de tendencia derechista), evolucionó hacia un conservadurismo religioso, alineándose con la derecha.
Ayn Rand, individualismo radical, es la figura más públicamente alineada con la derecha. Su filosofía objetivista (El manantial, La rebelión de Atlas) defiende el capitalismo laissez-faire, el individualismo extremo y el rechazo al colectivismo, la sitúa en oposición directa a las ideas de izquierda.
Comte-Sponville, Onfray, Humanismo y hedonismo. Comte-Sponville, con la ética humanista, se inclina hacia el liberalismo de izquierda moderado, promoviendo valores de solidaridad y racionalidad. Onfray, hedonista y materialista; critica a las religiones, lo que es casi una declaración contundente con ideas de izquierda libertaria; defendía la autonomía individual frente a estructuras de poder.
Absurdismo (Beckett): Beckett, minimalismo y visión absurda (Esperando a Godot), no se compromete políticamente; en su retrato de la desolación humana se leé como una crítica implícita a los sistemas sociales, lo que lo acerca más a posturas de izquierda.
Escuelas literarias desde el modernismo. Desde el modernismo literario (finales del siglo XIX) hasta la actualidad, las principales escuelas relevantes para estos autores son: Modernismo: Aunque esteticista, el modernismo latinoamericano (Rubén Darío) y europeo tenía un trasfondo de rebeldía contra el positivismo y el utilitarismo burgués, lo que revela posturas de izquierda, aunque no explícitamente política.
Los movimientos de vanguardia (futurismo, surrealismo, creacionismo) buscaban romper con las normas establecidas. El surrealismo, por ejemplo, estaba ligado al comunismo (Breton). El futurismo italiano tuvo conexiones con el fascismo. Huidobro, en el creacionismo se dirige hacia la revolución estética que política, con un espíritu transformador afín a la izquierda.
Existencialismo literario: dominado por Sartre, Camus y Kafka, con fuerte inclinación hacia la izquierda, con críticas a la alienación y su énfasis en la libertad y la responsabilidad social.
El Absurdismo de Beckett y Camus, objetivan la visión del absurdo, en el rechazo a las narrativas totalizadoras (como el comunismo o el fascismo) los hace compatibles con una izquierda crítica.
Posmodernismo: en la literatura contemporánea, el posmodernismo (que incluye ecos de Saramago o Pizarnik) cuestiona las grandes narrativas, lo que se interpreta como posturas de izquierda al desafiar estructuras de poder, sus relativismos han sido criticado por la derecha como nihilista.
Conclusión: ¿Izquierda o derecha?: las tendencias de las escuelas literarias desde el modernismo en adelante, especialmente en el contexto de los autores mencionados, se inclinan predominantemente hacia ideas de izquierda. Esta conclusión se basa en los siguientes puntos:
1. Crítica al poder y la alienación: Autores como Sartre, Camus, Kafka, Saramago y Zambrano, que representan corrientes centrales del existencialismo, el absurdismo y la literatura comprometida, critican estructuras de poder (capitalismo, burocracia, religión) y defienden la justicia social o la libertad individual en contextos sociales, lo que resuena con los ideales de izquierda.
2. Rebeldía vanguardista: el modernismo y las vanguardias, representados por Huidobro y parcialmente por Papini, buscan romper con las convenciones burguesas, un impulso que, aunque a veces esteticista, se alinea más con la transformación social de la izquierda.
3. Humanismo y ética: Comte-Sponville y Onfray, con perspectivas humanista y hedonista, promueven valores de solidaridad y autonomía que conjugan con la izquierda libertaria.
4. Excepciones de derecha: Ayn Rand y, en menor medida, Nietzsche y Papini (en su fase conservadora); representan corrientes minoritarias de individualismo radical o conservadurismo. Sus influencia en la literatura moderna no es dominante respecto a la de los autores de izquierda. Pero dado el metódico sesgo con que se analiza las intervenciones de su obra en política, es lícito colocarlos del lado de la derecha.
En el contexto histórico y en retrospectiva imposible de eludir que tienen en cuenta el efecto, desde el modernismo la literatura ha estado marcada por respuestas a las crisis del capitalismo, el colonialismo y los totalitarismos. Los escritores de izquierda han sido más prolíficos en articular estas críticas. Las voces de derecha (como Rand) tienden a ser ideológicas y menos representativas de las corrientes literarias históricas, las luchas sociales han plantado su semilla, sin embargo, no pierden la intervención cíclica que proponen las ideologías en épocas cada vez más confusas y cuyos lineamientos ideológicos son difíciles de dirimir.. No se puede ignorar que figuras como Nietzsche, Cioran o Pessoa, con enfoques individualistas o nihilistas, han sido apropiados por corrientes de derecha, especialmente en el rechazo al colectivismo. Esto indica que, aunque la izquierda predomina, la literatura moderna y contemporánea no es monolíticamente de un solo lado, sino que refleja una tensión entre la búsqueda de justicia social y la defensa de la individualidad; tratando de deshacerse de las etiquetas o formulaciones taxativas.
Estado actual de la literatura: en la literatura contemporánea (hasta julio de 2025), la tendencia hacia la izquierda persiste en autores que exploran temas de desigualdad, cambio climático y diversidad (escritores como Olga Tokarczuk o Bernardine Evaristo).
Hay un resurgimiento de narrativas conservadoras en reacción al progresismo cultural; pone en cuestión la cultura como aspecto negativo de la sociedad; estos sesgos se hacen visibles en plataformas –X, Instagram, etc.– donde se debaten temas de tradición y libertad individual y casi en un giro de definiciones, el mensaje superficial, la sobrevaloración del posiciones individualistas que siempre han sido herramientas de control.
La literatura actual, al igual que en el pasado, sigue siendo un campo de batalla ideológico con inclinación marcada hacia la izquierda por su enfoque en la crítica social y la empatía por los marginados.
Ana Abregú, escritora, con formación en ingeniería electrónica trabaja como SEO posicionamiento y Community Manager, ha publicado novelas, poemarios, relatos, ensayos y crítica literaria. Editora y redactora de la revista Metaliteratura. (http://www.metaliteratura.com.ar), shop de libros editados: http://shop.metaliteratura.com.ar. Obras: SO( Crónicas Octubre 2024 –diciembre 2024), crónicas, enero 2025; INTRꜴVERSIÓN, poemario, enero 2025; Novela en curso, ensayos, enero 2025; Terrorrisa, ensayos, enero 2025; Borges comentado, ensayo, crítica, enero 2025; Ante (Crónicas, septiembre 2023 – diciembre 2023), crónicas, Enero 2025; Tiples (Relatos, enero2025); Viceversa (Crónicas, Enero 2024 – Septiembre 2024), enero 2025;Didascalias , (Artículos dramaturgia julio 2024); Bitácora de escrituras, Recursos literarios, 2024, U (Crónicas junio 2023 – agosto 2023), crónicas, 2024; E (Crónicas enero 2023 – mayo 2023), crónicas, 2024; Ulises en su laberinto, ensayos, junio 2024; Las razones de la sal, novela, enero 2024; Venablos, poemario, 2023; A (Crónicas, agosto 2022, diciembre 2022), 2023; Errancias del ayés, relatos, 2023; Conversaciones con Žižek, relatos, 2023; Blogs para el posicionamiento, SEO posicionamiento, informática, 2022; O (crónicas 2022 – agosto 2022), 2022; Ignitos, relatos, 2022; Y (Crónicas, abril 2020 - febrero 2022), 2022; Teorema de la Lengua, poemario, 2022; Pentimentos. novela, 2022; Supay, novela, 2021; El Pallo Gelao, humor gráfico, 2021; Pareidolia, crítica literaria, 2021, Antí(eu)fon(í)as, poemario, 2021; Textorios, ensayos, 2021; Cíngulos, ensayos, 2021; Descontextos, ensayos, 2021; La mujer fingida, novela, 2020; Atrave(r)sar, poemario. 2020; Dédalo. novela. 2020; Ex criaturas. microrrelato, 2020; Señales del tacto, novela. 2020; Mover el punto, novela. 2019; El espejo deshabitado, novela. 2019; Paranoxia Dalí, novela, 2018; Adelaida Sharp en tu tiempo, novela, 2017. Se consiguen en Amazon.