ARTÍCULOS

Roberto Ferro en: Onetti y “La máscara del origen”

En Onetti/ La fundacíon Imaginada Roberto Ferro desarrolla una lectura crítica de la obra de Juan Carlos Onetti, considerándola un único texto. Desde la introducción, “Palabras Preliminares”, el crítico establece tanto la línea de pensamiento que sigue en su lectura, como su método de acercarla (exponerla). Trata el texto onettiano como un tejido compuesto por una red “entramada de acuerdo con una contra-lógica” la cual intenta seguir a la deriva de sus cortes y reconexiones.

Borges y Joyce en la biblioteca de un autodidacta

Algunas de las historias que circulan en los bordes de la literatura argentina proliferan a partir de una única voz, por razones casi siempre enigmáticas esas historias se diseminan y permanecen. La conjunción de una cadena de modestas casualidades me colocó ante la posibilidad de oír un testimonio de primera mano que narraba un descubrimiento tan extraordinario como improbable.

Ricardo Piglia no es Lawrence Olivier, pero…

La identidad y el nombre de Ricardo Piglia forman parte de una leyenda urbana que circula en los arrabales del mundillo literario argentino ya desde hace años, tomando casi siempre la forma elegida por quien la refiere, otras asumiendo los cambios que le imponen las modas literarias, perdiéndose frecuentemente en el olvido y reapareciendo de cuando en cuando...

La salud de los enfermos

La salud de los enfermos En estas líneas que comienzo a escribir, propongo una lectura del cuento de Julio Cortázar “La salud de los enfermos”, editado en el año 1966, en el libro Informe de lectura: “La salud de los enfermos” de Julio Cortázar Todos los fuegos el fuego. Importante es destacar que estructuraré ejes centrales de la misma no sobre el orden en que el narrador de esta historia la cuenta (el texto comienza con la recaída de tía Clelia), sino sobre la sucesión cronológica de los acontecimientos que la constituyen (enfermedad de mamá, muerte de Alejandro, etc.).

El Eternauta II, notas

Notas sobre El Eternauta II Se ha dicho hasta el hartazgo, como una acusación lapidaria, que Juan Salvo, el personaje de El Eternauta, de H. G. Oesterheld, no es el mismo en la segunda que en la primera parte de tan célebre historieta. Y esto es tan cierto, que es fácilmente verificable aún si apenas uno hojeara ambas obras.

INSOMNIO

A “Porlomeno” y a Licastro no parecían unirlos ni amores ni espantos; solo una prolongada estadía compartida en la sala de Neumotisiología del hospital y un insomnio apacible y silencioso.

No te pierdas ésto

Gotas